CUENCA
El centenario horno es parte de un circuito cuyos componentes fueron restaurados recientemente. / Jaime MarínJaime Marín

Un horno a leña, tesoro del patrimonio cuencano

Se lo construyó en 1820 y es parte de una nueva ruta turística. Está en manos de las Madres Oblatas desde hace 129 años

Es una joya patrimonial que guarda los secretos más ‘finos’ de la elaboración de los panes en horno de leña, únicos de Cuenca. Es el primer horno de leña que hubo en la capital azuaya, construido en 1820 y puesto en funcionamiento en 1892.

Pese al tiempo transcurrido, se mantiene operativo sin mayores cambios. Es uno de los tesoros del Museo Patrimonial de Todos Santos, regentado por las madres de la congregación de las Oblatas.

Fue construido a los 30 años de la llegada de esta comunidad religiosa y está constituido por una capa de 10 cm de hierro, 30 cm de hueso de res, una capa de 30 cm de vidrio picado, otra de 20 cm de sal en grano y una capa de ladrillo. Materiales que ayudan a mantener el sabor del pan, suave y fresco por varios días.

De acuerdo a los historiadores Juan Cordero Íñiguez y el decesado Antonio Lloret, las religiosas fueron las primeras artesanas que se dedicaron a la elaboración del pan y otros dulces. La elaboración y expendio de dulces, quesadillas, suspiros, galletas, el pan llamado rodillas de Cristo, arepas y otras, fue el camino inicial del mantenimiento económico de las religiosas, reseñan los dos historiadores, quienes no encontraron registros del constructor y diseñador del horno.

En febrero del 2014, luego de reparaciones y mantenimiento, fue inaugurado como Circuito Todosantos, y se ha convertido en un nuevo destino turístico de Cuenca. Está ubicado junto al Barranco del río Tomebamba.

Este nuevo atractivo fue restaurado en su totalidad como un circuito de primer orden y abarca la Iglesia-museo, el Mirador del río, el Huerto del Convento y el Restaurante tradicional.

Iglesias

Iglesias convertidas en museos y centros culturales

Leer más

El proyecto tardó aproximadamente seis años en ejecutarse, pero tras los problemas sanitarios por la pandemia, se debió cerrar. Se aspira a que en los próximos meses el público pueda conocerlo y palparlo.

El centenario horno se halla dentro del circuito histórico constituido por la iglesia de Todosantos, donde se ofició la misa de fundación de la ciudad en 1557, junto al convento. Durante la Colonia se veneraba a la imagen de Santa Ana, Patrona de Cuenca. Ahí está parte de la riqueza ancestral de la arquitectura del conjunto físico y los huertos de plantas medicinales, productos alimenticios menores, dejados de legado por los ancestros. 

Es la historia no solo de Cuenca, sino también de la congregación de religiosas, digna de ser compartida, señala Lina Enderica, administradora del complejo patrimonial. 

Los componentes del circuito permitirán visitar la iglesia, el mirador del Tomebamba, el Huerto del Convento de las Madres Oblatas, en donde se conservan especies endémicas de la zona; para culminar el recorrido en el restaurante que ofrecerá un menú especializado en comida cuencana.