Moradores del recinto San Carlos del cantón Balao, provincia del Guayas, revelaron un importante hallazgo arqueológico que sería parte de varias culturas y representativas del país. El descubrimiento se hizo hace dos meses, en los predios de la hacienda Santa Rosa de la Asociación de Producción Agrícola de Balao (Asoprosarba); pero por la pandemia recién se hizo público ayer.

En la zona, los agricultores encontraron tolas (tumbas indígenas) de las culturas Chorrera, Inca, Balao, Mantas, Huancavilcas y Punáes. “Tiene más de 5.000 años. El valor de una vasija a nivel de mercado internacional supera los 4 millones de dólares por vasija, pero (lo importante) es lo cultural”, dijo Manuel Peñafiel, presidente de la Corte Nacional de Justicia Indígena (CNJI), al asegurar que han encontrado vasijas en más de 4.000 hectáreas entre la isla Puná, Punta Diamante y Chongón, en Guayaquil.

El funcionario pide al Ministerio de Cultura y Patrimonio Cultural, así como al Ministerio de Gobierno y alcaldías, que brinden la seguridad que se necesita, por cuanto existen personas que intentan apropiarse del terreno.

Jonathan Molina Yánez, alcalde de Balao, mostró su apoyo para la preservación de los restos arqueológicos consistentes en vasijas e instrumentos agrícolas impregnados con oro y piedras preciosas.

Piezas que, a decir de María Ochoa, habitante del sector, son encontradas durante las tareas agrícolas. “Estaba haciendo un canal cuando me encontré con una vasija (...) estaba llena de tierra (...) Hay algunos que las han encontrado limpiando o rozando, salen pedazos”, describió.

Gonzalo Velásquez, socio de Asoprosarba, calificó como histórico el día del descubrimiento, por el hallazgo arqueológico. Considera que se debería construir un museo para preservar las piezas.

Al igual que María, recuerda que encontró varias vasijas de barro y pequeñas ollas con figuras, collarines y hachas cuando realizaba tareas como la construcción de canales para riego de sembríos. “Se encontró hace dos meses, en tiempo de pandemia”, mencionó. El agricultor también pidió resguardo policial por la presencia de un extranjero que, según asegura, busca apropiarse a la fuerza del sitio.

El mayor Byron Osejo, jefe del Departamento de Defensa Institucional de la Policía, garantizó la seguridad de los comuneros. “Yo provengo de un pueblo llamado Huaca, que significa lugar sagrado, tumbas de reyes. En Huaca era muy común encontrar este tipo de entierros. Lastimosamente, por falta de visión, la mayoría de tumbas fueron saqueadas por traficantes de tesoros de esta naturaleza”, dijo el oficial.