Una ciudad metropolitana se logra cuando la población creció tanto que la mancha urbana se fusiona con otros territorios. A Guayaquil le pasa con Durán, Daule y Samborondón. Geográficamente, ya somos distrito metropolitano, pero no funcionamos como tal.

Para hacerlo se necesitaría que haya una administración general, encima de los municipios, que planifique el territorio con una visión macro; sin embargo, no es una salida viable, no para la actual administración.

La posición es proponer a “Guayaquil como el fuerte que ayuda a los pobrecitos”, critica la investigadora de diseño urbano María Augusta Hermida. “No se puede seguir trabajando así, hay que empezar a ver hacia un trabajo mancomunado con los alcaldes de otros cantones”.

Se trata de cambiar de visión, de dejar de ver al mundo fragmentado, resalta la también catedrática cuencana. “Las fuentes de trabajo están en Guayaquil, lo demás es solo para dormir. La planificación del siglo XXI apunta a la descentralización; pero para eso se necesita decisión política”.

El arquitecto e investigador Felipe Espinoza coincide con ella. François Perroux (economista francés), contextualiza, planteaba que las ciudades, por determinadas condiciones geográficas, podrían tener un mejor desarrollo que otros sitios; pero aquello trae como consecuencia que la línea de evolución integral del resto del territorio vaya a menor velocidad.

“Esta ciudad se sirve de la mano de obra de sus vecinos, pero no es recíproca. Absorbe lo mejor, pero es incapaz de generar desarrollo, de ser justa”, argumenta Espinoza.

Las ciudades más exitosas del mundo, continúa, son las que tienen economías diversas. En Guayaquil solo hay comercio, por eso tiene que apuntar a la agroindustria y hacer una planeación con sus vecinos para que el desarrollo sea recíproco.

“El Guayaquil metropolitano no es un concepto, no es un eslogan. Es una forma de vida donde la economía se podría distribuir de mejor manera”.

Sin embargo, como concepto jurídico, la administración actual no cree en el distrito metropolitano. En cambio, propone un escenario amplio de Guayaquil metropolitano para llegar al Gran Guayaquil. “Por eso la aerovía o los puentes. Eso sí nos conviene”, argumenta Jorge Rodríguez, vocero del Municipio.

Espinoza refuta. “Son obras importantes, pero no suficientes. Es solo parte de la compensación, pero la operación más importante es pensar en los cuatro ejes que implicaría llevar a acción a un distrito metropolitano: economía, población, recursos y tecnología. No nos hemos sentado a analizar los recursos de estos cantones”.

El experto en urbanismo Luis Alfonso Saltos critica la postura del Cabildo. “Dar negativa a la creación de un distrito metropolitano es un principio de mezquindad política administrativa. No se puede manejar a estas ciudades con una visión individual”.

Pero Rodríguez se defiende. Pone como ejemplo a Quito, “que no tiene conceptos claros de un manejo eficiente, que, en cambio sí los hay en Guayaquil”. “Tenemos hoy las competencias que queremos y creemos que podemos administrar eficientemente. La idea de convertirnos en distrito metropolitano no nos genera ningún beneficio, no lo hemos pensado y no lo vamos a hacer”, concluye.

Marco Legal

“Se podría frenar el desarrollo”

Los distritos metropolitanos son regímenes especiales de gobierno del nivel cantonal, de conformidad con lo establecido en el artículo 73 del Código Orgánico Organizacional, Territorial, Autonomía y Descentralización, explica el magíster en Derecho Constitucional Alejandro Vanegas.

A su criterio, Guayaquil no ha realizado el proceso para ser Distrito Metropolitano porque, de ser así, tendría que asumir competencias que corresponden a los gobiernos cantonales, provinciales y regionales, según lo señalado en el artículo 266 de la Constitución, “lo que podría frenar el desarrollo constante que ha tenido el cantón de Guayaquil”.

Voces

María Eloísa Velásquez, arquitecta y catedrática

No es que Guayaquil asumirá la administración de otros cantones si se hace metropolitana, solo se unirán territorios. ¿Qué comparte la urbe con otros territorios? Hay que trabajar sobre esos ejes.

Felipe Espinoza, planificador urbano

El Guayaquil metropolitano no es un concepto, no es un eslogan únicamente. Es una forma de vida donde la economía se podría distribuir de mejor manera con otros territorios.

María Augusta Hermida, arquitecta

Las fuentes de trabajo están en Guayaquil, lo demás es solo para dormir. La planificación del siglo XXI es la descentralización, pero se necesita decisión política.