La emergencia sanitaria puso un freno en el gasto corriente del sector público. La Asamblea Nacional es uno de los ejemplos más notorios. Durante los meses de aislamiento social, los egresos de la entidad se redujeron en un poco más de un millón de dólares. 

La cifra, obtenida de la ejecución presupuestaria que publica el Ministerio de Economía y Finanzas, muestra que entre enero y mayo se gastaron 20,3 millones de dólares en la Asamblea. En el mismo periodo, pero de 2019, el monto superó los 21,24 millones. 

La reducción no fue de salarios. En este año, el pago al personal del legislativo alcanzó los 17,7 millones de dólares. El año pasado, en el primer quimestre, el rubro fue de 17,4 millones. Es decir, en año de emergencia sanitaria se evidenció un incremento de 300.000 dólares en sueldos y salarios. 

¿En dónde estuvo el recorte? El detalle presupuestario deja ver que la falta de actividades en las oficinas de la Asamblea tuvo un efecto de ahorro. El gasto corriente -que incluye el pago de servicios como luz y agua potable- pasó de 3,4 millones de dólares en 2019 a 2,1 millones en lo que va de este año. 

Para 2020, la Asamblea tiene un presupuesto codificado de 52,9 millones de dólares. El monto es un aumento si se compara con los 49,6 que se destinaron durante el año pasado. 

El ahorro, sin embargo, podría durar poco. EXPRESO conoció que al interior de la Asamblea ya se estudia pasar a reuniones presenciales limitadas en la sede de la entidad, en Quito. Que la capital haya ingresado al color amarillo en el semáforo de la movilidad podría alentar ese cambio en la segunda quincena de junio.

Hasta ahora, las reuniones de las comisiones legislativas, las sesiones del pleno y las comparecencias se han cumplido de forma virtual.