Ganadores y perdedores. Son lo que en definitiva va dejando un proceso electoral con el pasar de los días, pero quién hizo o no hizo qué para trazar las bases del escenario político que vive Ecuador y que mantiene a los votantes ávidos de conocer al otro finalista para la disputa final en las urnas del 11 de abril.

Hasta el cierre de esta edición, y con el 99,5 % de las actas escrutadas, Yaku Pérez, aspirante presidencial del movimiento Pachakutik (PK), se ubica en el segundo lugar seguido muy de cerca por el postulante de la alianza CREO - Partido Social Cristiano, Guillermo Lasso (ver gráfico). Llegar a esta indefinición, pese a lo avanzado del escrutinio, tiene varios motivos.

Jacobo García, analista político y electoral, considera que el candidato de la alianza CREO - Partido Social Cristiano está pagando una cara factura por el hecho de apoyarse en un discurso hasta cierto punto repetitivo, que ahora lo pone en aprietos y disputando un boleto a la segunda vuelta. Con él concuerda la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK, María Paz Jervis.

Según la politóloga, Lasso no ha logrado aglutinar una narrativa política ni siquiera desde la orilla de la oposición al correísmo. “Esto constituye una derrota porque nos muestra una incapacidad de articular apoyos y un discurso que aglutine una opción distinta al correísmo, peor aún, desmarcarse y pensar en una opción política más allá del anticorreísmo. No logró ni lo uno ni lo otro”.

Con García y Jervis concuerda el también analista y consultor político, César Luis Barthelotti. “Lasso tenía ya un discurso desgastado”, concluye el experto, quien además cree que hubo falta de planificación. “La alianza con el PSC pudo llegar a afectarlo por no tener listas en conjunto para la Asamblea”.

Mientras que en la otra orilla, el aspirante Pérez, a decir de García, es uno de los ganadores de la contienda (aunque aún falta por definir si pasa o no al balotaje), porque supo reflejarse como un aspirante de renovación y conectar con votantes que estuvieron alejados o los alejaron de las discusiones importantes del país. “Esto más un deseo de cambio, el ambiente de correísmo y anticorreísmo, vemos que ha catapultado a Pérez”, explica.

El no desconocer su origen político desde las bases indígenas, pero desmarcarse de sus líderes actuales, Jaime Vargas y Leonidas Iza, a decir de Jervis, también jugó a favor de Pérez. Esto lo alejó de eventuales vinculaciones con el correísmo, con quienes sí han mantenido acercamiento así sea por coincidencia.

El actual panorama era imprevisible, según el consultor político Jorge León. Lo que sí era previsible, asegura, es que los candidatos Arauz, Pérez y Lasso estén en la pelea por la Presidencia. “En la política nada es previsible, lo único previsible de cierta forma es el comportamiento de los votantes, pero no el hecho de que un candidato pueda superar al otro”.