Un caso que se encuentra en proceso de investigación. Carlos Ayo dejó tres menores en la orfandad y una viuda desconsolada, luego de que cayera en un socavón que se formó en la vía E35, en el sector de Selva Alegre, en el cantón Rumiñahui, ubicado al suroriente de Quito.

Todavía consternada, Sandra Suntaxi contó a EXPRESO que el viernes pasado su esposo se despidió como siempre, a las cuatro de la madrugada, para cumplir su turno como taxista. “Él iba en la motocicleta a retirar el taxi para trabajar”, dijo entre lágrimas.

La tragedia ocurrió aproximadamente a las cinco de la madrugada, pero recién dos horas más tarde Sandra recibió la llamada con la mala noticia. “Salí corriendo a verlo, todavía lo tenían en la ambulancia”, manifestó.

Los familiares de Carlos, de 33 años, esperaron que pasen las honras fúnebres y todos los trámites que esto requiere para tomar acciones legales. Aseguran que esta muerte pudo ser evitada y hay responsables.

“No había una buena señalización, la cinta amarilla (de peligro) estaba en el piso muy cerca del hueco”, recordó Ángel Ayo, padre del fallecido.

Presumen que el motociclista no pudo ver por la oscuridad el socavón, pues todavía no amanecía, y que “cuando intentó frenar fue muy tarde y cayó”, señaló el progenitor.

“Nosotros pedimos una indemnización, sobre todo por mis nietos”, espetó Ángel, pues la víctima era quien mantenía a su familia, mientras su esposa los cuidaba. “Quedan desamparados”.

Pero la tragedia ya ha venido persiguiendo a esta familia. Hace seis meses el hermano menor de Carlos también murió, producto de un accidente de tránsito ocurrido en Pifo, nororiente de Quito.

“Él también conducía una motocicleta y todavía no hemos logrado que se haga justicia”, expresó el padre.

Esta vez dicen tener pruebas de la supuesta negligencia, como fotos y videos de que no se tomaron las medidas necesarias para evitar un accidente como el que ocurrió con su pariente en la E35. “Además, la ayuda no llegó a tiempo, demoraron por lo menos una hora en arribar los paramédicos. Mi esposo quizá pudo vivir”, reclamó Sandra.

Santiago Morocho, vicealcalde del cantón Rumiñahui, explicó que, por ahora, el caso se encuentra en investigación, por lo que todavía no se ha determinado si habrá una indemnización o ayuda a la familia de Carlos Ayo.

“Acá las vías no están a cargo del Municipio, sino de la Policía Nacional. Además, la E35 es una carretera estatal”, argumentó Morocho.

El funcionario explicó que tanto el socavón como las inundaciones en varios sectores del cantón se produjeron por la crecida de los ríos San Nicolás, Sambache y Santa Clara. “Además de la persona fallecida, tuvimos dos heridos, pero leves”, expresó.