No todos quisieron responder. En la continuación de la investigación de las irregularidades en la entrega de los carnés de discapacidad, ayer fue el turno de asambleístas y autoridades que han sido nombrados por tener el documento, para que presenten sus descargos. Sin embargo, de todos los invitados, solo el asambleísta Fabricio Villamar (independiente) puso reparos y no respondió.

El legislador argumentó que se acoge a la normativa constitucional de que las respuestas podrán ser por escrito, por lo que pidió que lo que se quiera saber se lo remitan por la misma vía. Además, dijo que contestará cuando reciba las certificaciones que ha solicitado al Ministerio de Salud Pública (MSP).

También se amparó en que el tema está judicializado y que prefiere no cometer errores, en fechas, nombres, porque hay una investigación previa de Fiscalía. Recordó que los informes relativos a salud cuentan con protección constitucional por considerarse derechos personalísimos.

Los invitados debían responder tres preguntas: ¿cuándo obtuvieron el carné?, ¿si han importado algún vehículo de alta gama? y ¿qué tiempo se demoraron en obtenerlo? La mayoría cumplió con estos requerimientos.

Esta posición contrarió a todos los presentes, que la calificaron como una “burla” a la Comisión y a los veedores ciudadanos que hacen el seguimiento del tema. “No se necesita de ninguna certificación del Ministerio de Salud, detrás del carné está la fecha de expedición. Somos objeto de una burla”, sostuvo Stalin Basantes, veedor de las personas con discapacidad.

“Que quede constancia, compañeros asambleístas, de la falta de colaboración del señor asambleísta (Villamar)”, sostuvo el presidente de la Comisión de Salud, William Garzón, al tiempo de ordenar la siguiente comparecencia al secretario.

Postura que fue contraria a la que tuvieron los otros invitados, esto es los asambleístas Israel Cruz y Marcia Arregui; la presidenta del Consejo de Educación Superior (CES), Catalina Vélez; el director del Centro de Inteligencia Estratégica; Juan DeHowitt; y el rector de la Universidad de Guayaquil, Roberto Passailaigue, quienes respondieron las tres preguntas, dando a conocer incluso sus historias clínicas y los padecimientos de salud que les permitieron acceder al carné.

También dejaron en claro, excepto Passailaigue, que no han importado vehículos. El rector explicó que trajo una camioneta doble cabina, no de alta gama, sino de acuerdo con sus necesidades, y que cumplió con todos los procedimientos legales. Todos ellos se mostraron abiertos a una recalificación para la actualización del documento.