El día después. El análisis aún en tibio lleva a lo mismo: mucho discurso prefrabricado, muchos ataques incluso hasta personales y casi nulo debate de los temas realmente relevantes para el votante. El “debate presidencial” (por cierto pagado con recursos públicos, es decir de todos los ciudadanos contribuyentes) seguramente desinfló las expectativas de más de un votante dudoso que esperaba, luego de las dos horas de encuentro, irse a dormir teniendo por lo menos un poco más claro su voto.

¿Quién ganó el “debate”? Quien se atrevió a adjudicarse la victoria de un debate (al que le quedó grande el nombre) fue el candidato por la alianza Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz. En un conversatorio con medios de comunicación en Guayaquil, el aspirante correísta, desplegando en varias ocasiones su elaborada sonrisa, dijo ayer ser el triunfador. Su variable para medir esa victoria es una supuesta “alta frustración dentro de los voceros del sector bancario del país por el desempeño y esa es una gran señal”. Eso es todo.

El día después también deja varios temas en el tintero que no fueron contemplados dentro de los tópicos del debate ya sea por considerarse polémicos, complejos o por cualquier otros motivos de la organización. La despenalización del aborto por violación, derechos humanos, derechos de la comunidad LGBTI, derechos de la naturaleza, violencia de intrafamiliar y sus consecuencias, enfermedades crónicas, legalización de la marihuana, lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el microtráfico de drogas, recuperación del dinero sustraído producto de la corrupción. En fin. La lista de temas ausentes es larga.

Al día siguiente del careo, Guillermo Lasso, presidenciable por la alianza CREO - Partido Social Cristiano, ahondó en este último aspecto en una entrevista radial. “Trabajaremos con expertos internacionales para perseguir la ruta del dinero, porque no es suficiente que vayan a la cárcel, tienen que devolver lo robado. Por ejemplo, en el caso del hospital de Pedernales (Manabí) se robaron el dinero del primer contrato, están en la cárcel pero no han devuelto lo robado...”.

Mientras que Arauz fue increpado por un tema bastante sensible y del que ha evitado manifestar una postura concreta: la despenalización del aborto. Se comprometió a jamás censurar el debate sobre este tema sin, una vez más, manifestar con claridad si está o no de acuerdo con este tema.

Ya pasó el debate, foro, encuentro, evento o como se lo quiera llamar. Una primera experiencia para rescatar lo que se puede rescatar y desechar lo que se debe desechar con miras a los próximos procesos electorales. Lo ahora inmediato es el 11 de abril. Diecinueve días más para pensar el voto.