El ambiente preelectoral no es el óptimo. Las últimas encuestas realizadas en el país dan cuenta de un marcado pesimismo en la ciudadanía a menos de un año de elegir a un nuevo presidente de la República y a asambleístas. Los políticos y las instituciones no gozan de aprobación nacional.

Hay otras preocupaciones. La emergencia sanitaria derivada del coronavirus, la crisis económica y la corrupción son males que desaniman a los ecuatorianos.

Uno de los puntos llamativos es que la corrupción, según la encuestadora Click Report, es el problema que más preocupa a los consultados. Incluso más que la pandemia de Covid-19 y la falta de empleo.

Según Click Report, hasta mediados de este año, un 42,34 % de los quiteños y guayaquileños consideró que la corrupción es el principal enemigo que debe enfrentar el país. La enfermedad mortal que obligó al confinamiento y que aún no es superada en el mundo tuvo solo un 15,63 %.

En segundo lugar quedó la crisis económica que alcanzó un 30,31 %.

Por ciudades, muestra la evaluación de Click, Quito tiene mayor preocupación por la corrupción. La capital -donde se concentra la mayor cantidad de entidades públicas- considera, en un 52 %, que la mala administración estatal es eje de las calamidades nacionales.

No es un tema de una sola consultora. Cedatos también coincide en el malestar nacional contra la corrupción. En su último informe, publicado esta semana y difundido por EFE, se evidencia que “en este año, como en ningún otro en Ecuador desde el retorno a la democracia en 1979, la población sitúa como el primer problema de atención prioritaria a la corrupción y al mal manejo del Gobierno y la justicia”.

Las dos encuestas también preocupan porque, en promedio, un 85 % de las muestras aseguran que la situación del país es mala y no se divisa un cambio en el corto plazo. Al menos no en este año. El 75,31 % de los consultados por Click cree, por ejemplo, que en seis meses la situación será peor.

El pesimismo y la falta de confianza se refleja, además, en la escasa aprobación que tienen las autoridades nacionales. El presidente Lenín Moreno, muestra Cedatos, tiene un 8 % de aprobación. Uno de los indicadores más bajos desde el retorno a la democracia para un primer mandatario.

A la Asamblea Nacional tampoco le va bien. Cedatos asegura que solo un 2 % de los ecuatorianos cree en la palabra de los legisladores.

Es más, la Asamblea Nacional -como entidad- solo tiene un 5 % de aprobación.

A puertas de un proceso electoral llama la atención la escasa aprobación que tienen los políticos, los partidos y el Consejo Nacional Electoral (CNE).

La población, asegura Cedatos, en un 95 % desconfía de los políticos y solo un 11 % confía en el Consejo Electoral.

¿Qué entidad pública goza de buena calificación en la población? Cedatos concluye que las Fuerzas Armadas es la institución mejor valorada con un 78 % de aprobación.

La Iglesia Católica también ocupa lugares privilegiados en la aceptación ciudadana. Tiene un 68 % de aprobación.

Finalmente, Click Report consultó a los ecuatorianos sobre la importancia de las elecciones de 2021 para cambiar el escenario actual. El 77 % cree que el nuevo presidente será fundamental para mejorar la situación del país.