“Lleve la corvina fresca, lleve el dorado”, se puede escuchar en uno de los mercados del norte de Quito. Pero en muchas ocasiones, no es ni corvina ni dorado, sino tiburón.

Desde el año pasado, el Ministerio de Producción tomó la decisión de prohibir la comercialización o exportación de cinco especies de tiburón:_Carcharhinus longimanus, (tiburón oceánico de puntas blancas), Sphyrna zygaena (tiburón martillo), Sphyrna mokarran (tiburón martillo gigante), Sphyrna tiburo (tiburón cabeza de pala) y Sphyrna lewini (tiburón martillo común).

En el país se consume 4.500 toneladas de carne de tiburón, de las cuales el 66 % se consume en la Sierra, aseguró Luis Alcívar, director de la iniciativa Re-Emprende de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), citando a datos de la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza).

El mismo problema se registra en mercados de la Costa, específicamente en Guayaquil, como lo reportó EXPRESO a fines de marzo pasado.

Re-Emprende y la firma Shellcatch implementaron una iniciativa que busca ayudar a reducir la pesca ilegal e impulsar la pesca artesanal consciente, especialmente en las provincias de Manabí y Esmeraldas.

El proyecto consiste en un sistema de comercialización para la pesca artesanal que incorpora la tecnología de trazabilidad, reporte electrónico y un ‘marketplace’, denominado FrescaPesca, para que los clientes puedan acceder directamente a los productos del mar.

En principio, la iniciativa integra a restaurantes de Quito y luego se irá ampliando a otras ciudades del país, aseguró el director de Re-Emprende. Además, la propuesta busca dar una garantía al consumidor de lo que va a comer es el mismo pescado o marisco que pidió.

A través de la página web FrescaPesca, los clientes pueden comprar los productos. Los paquetes constan de códigos QR que al ser escaneados entregan información de la procedencia de los pescados o mariscos, que permite monitorear la actividad pesquera.

Actualmente, en la fase piloto del proyecto trabajan con tres asociaciones de pescadores de la Costa ecuatoriana: en Don Juan de Jama (Manabí), San José de Chamanga (Esmeraldas) y Calamar (Esmeraldas). Entre las tres asociaciones suman 140 pescadores.

Otros detalles de la iniciativa

• Inversión: Re-Emprende ha invertido 70.000 dólares en asistencia técnica. Se espera que los montos de crédito para inversión en los negocios de pesca involucrados en el proyecto asciendan a 60.000 dólares, según cifras de la iniciativa.

• Apoyo: El programa, que busca apoyar al sector pesquero artesanal del país, cuenta con el aporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Corporación Favorita, General Motors, Danec, Grupo Difare, Corporación GPF, Arca Continental.

• Observación: El cliente puede observar de dónde proviene su pesca y cómo fue pescada por medio de un observador virtual para el monitoreo directo con video y GPS de los viajes de pesca. Cada pescador posee una cámara.