Rotundo respaldo a la propuesta de Ecuador. La renegociación de la deuda ecuatoriana consiguió, en el balance global, la votación favorable del 97,85 % de los tenedores de bonos. Así lo dio a conocer el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, la tarde de ayer.

En términos generales, la propuesta del Gobierno ecuatoriano, aceptada por los acreedores, establece un recorte de capital equivalente al 9 % para todos los bonos. Ese recorte del 9 % equivale a $ 1.540 millones. Además, se establece bajar el interés promedio del 9,3 % a 5,2 %, ampliar el plazo por 10 años más y dar cinco años de gracia para pago de capital y dos para intereses. Además, si se calcula a valor presente, la quita es del 52,4 %.

“Lo hemos conseguido en tiempo récord: menos de seis meses”, dijo Martínez y añadió que el pago de $ 324 millones de los bonos 2020 fue clave, pese a que fue criticado por diferentes sectores políticos.

El titular de la cartera de Estado aseguró que el respaldo fue contundente: en 9 de las 10 series de bonos se consiguió una aceptación del 98,15 %; lo mínimo era 66 %.

Incluso, en los bonos 2024, en los cuales había dudas por requerir un mayor respaldo (75 %), se logró una votación de 95,42 %, afirmó Finanzas.

Según el ministro Martínez, los fondos de inversión que interpusieron una acción para detener la renegociación de la deuda (Contrarian Capital y GMO) decidieron votar a favor del planteamiento de Ecuador.

¿Qué viene después? Trámites administrativos y esperar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), clave para sellar definitivamente la reestructuración con los bonistas. “Sobre este tema vamos a tener noticias concretas las próximas semanas”, añadió.

“Estamos avanzando bastante bien (...) El hecho de que se pueda concretar un acuerdo con el Fondo también abre otras líneas de financiamiento”, añadió Martínez.

Entre el 3 y el 7 de agosto hay un umbral para que los bonistas que no alcanzaron a aceptar la propuesta lo hagan. Mientras que entre el 7 y el 12 de agosto se preparará el canje de los bonos y se formalizará el acuerdo. Entre el 12 y el 20 de agosto se prevé hacer el canje formal de papeles.

Si bien la renegociación de la deuda es un paso importante, Martínez aseguró que no debe convertirse en un “espejismo” y que todavía queda trabajo por hacer para conseguir financiamiento y en materia fiscal, sobre todo para el próximo gobierno.

De hecho, para cerrar el año, la brecha de financiamiento asciende a $ 4.000 millones, en caso de que se consigan los $ 2.400 millones de créditos provenientes de China. Se espera tener noticias de la reestructuración de la deuda con el gigante asiático esta semana.

Para Alejandro Arreaza, economista para América Latina de Barclays, es un avance importante. El perfil de vencimiento de la deuda ecuatoriana para los próximos cuatro años será bastante manejable, gane quien gane las elecciones en 2020, añadió el analista de la firma multinacional.

“Lo que quedaría es cerrar los acuerdos con el FMI y con China. Las dos partes son necesarias, una sola no es suficiente. Y con eso, que se cierre la brecha de financiamiento para el corto plazo”, dijo Arreaza.