Economía

El guayaquileño que empuja a McDonald’s a ser un motor local

Tras la pandemia, la firma acelera su plan de digitalización y desarrollo de su producción. Hoy en día, el 86 % de sus proveedores son nacionales

FRANCISCO
Trayectoria. Francisco Boloña trabajó antes para varias multinacionales. Su campo de mayor experticia está en el comercio y el marketing.Juan Faustos / Expreso

Lleva más de seis años siendo el timón principal de McDonald’s en Ecuador, pero Francisco Boloña Holm todavía atesora los primeros nueve meses de prueba que tuvo que pasar para empezar a dirigir esta empresa. Dueño de una larga trayectoria laboral en el campo comercial y de marketing de grandes multinacionales, nunca pensó que su pase dependería de su desempeño en la cocina, donde tuvo que aprender desde freír papas y asar carne hasta demostrar sus habilidades como cajero o agente de la limpieza.

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Tenía 35 años, recuerda. Acababa de arribar a Buenos Aires (Argentina) con maletas llenas de ternos que, dice entre risas, a pocas semanas tuvo que devolver porque simplemente no los necesitaba. No eran necesarios para su aprendizaje, quizás el más valioso que ha tenido a lo largo de los años dentro de la compañía, pues con ello entendió que para aportar al negocio necesitaba primero conocer el estándar por el que ya transitaba el modelo de Arcos Dorados, el mayor franquiciado de la firma, hoy dueño de 2.300 restaurantes en 20 países.

$ 40 MILLONESfue la facturación el año pasado, en los 28 establecimientos que tiene en el país.

Su llegada fue clave para afianzar uno de los principales planes que tenía la compañía: pasar de ser una simple cadena rápida de comidas a un motor que genere otras sinergias dentro de la economía. Un ancla fue hallar nuevos proveedores nacionales que puedan facilitar insumos que antes se tenían que importar. Cuando llegó, la participación de proveedores locales versus los extranjeros estaba cerca del 60 %, hoy esa cifra llega a un 83 %, con miras a seguir creciendo.

El último logro, cuenta Boloña, fue el acuerdo firmado con Difare para hacer que la firma produzca el puré de manzanas que incluyen en sus cajas felices. “Acá tenemos los árboles, las manzanas, industrias que están dispuestas a invertir. Eso implica que desde este mes dejemos de importar 90 toneladas de ese puré”. Algo parecido se logró hacer con las salsas a través de un convenio con Los Andes, y con la papelería y envases que ofrece Offset Abad, y ahora lo mismo se negocia con un proveedor de carne. “Estoy muy orgulloso de saber que se han alcanzado estos niveles, pero es mucho más satisfactorio saber que el 10 % de esos proveedores han empezado a exportar a otros países donde McDonald’s está. Desde hace dos meses Los Andes exporta a Colombia. Offset Abad ha empezado a vender a México”, explica.

Tras la pandemia, que el año pasado hizo que facturaran $ 40 millones, un 24,5% menos, estas alianzas seguirán siendo parte de la apuesta de la empresa. Con ello, dice Boloña, no solo están aportando a su recuperación (con socios locales pueden mejorar sus costos de producción), sino a la reactivación que requiere el país, pues impulsar a la industria es ayudar a conservar y generar más empleo.

“Guayaquil fue una de las ciudades más impactadas. Para Arcos Dorados fue la punta de lanza porque nunca había experimentado cerrar un local por más de 15 días; ahora imagínese teniendo 28 locales cerrados”, dice este empresario que ha tenido que pasar por meses desafiantes para lograr que la firma vuelva a sus niveles de antes. “Lo que estamos tratando es que cada paso que demos, lo vayamos dando más rápido de lo que íbamos anteriormente. Si yo me comparo contra momentos pandémicos mes a mes, yo puedo decir que ya estamos llegando a la normalidad en facturación”.

Una clave ha sido no dejar de invertir. En los últimos cinco años la firma ha inyectado en el país $ 20 millones, de los cuales $ 4 millones se invirtieron en el año de pandemia, con la remodelación de locales y equipamiento y cambios en el sistema de servicio.

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Esto último porque la crisis sanitaria, explica este empresario, generó cambios en el hábito de consumo. Así debieron acelerar el uso de herramientas digitales, fortalecer el sistema de Automac y el delivery. “Hoy todos los restaurantes tienen delivery. En prepandemia no lo tenían”. Las entregas a domicilio representan el 7 % de las ventas totales, pero la aspiración es seguir creciendo en este canal. Por ello, dentro de los planes está invertir en un sistema de delivery propio, que no dependa de terceros.

El éxito de la marca, que está por cumplir 25 años en el mercado y que prevé celebrarlos inaugurando este lunes su local número 29 en San Rafael (en Quito), debe atribuirse a todo un trabajo en equipo, señala Boloña. Admite que el recorrido no ha sido fácil, pero que “cuando uno tiene las metas claras y se encarga de poner a las personas claves en puestos claves, no hay nada imposible”.