Los temores de una recesión crecen a escala global y todo apunta a que 2023 será un año complejo en materia económica. Ernesto Revilla, economista en jefe de Latinoamérica de Citi Research, conversó con EXPRESO sobre el complicado entorno que atraviesa la región y Ecuador.

- ¿Cómo puede impactar una posible recesión global a América Latina?

- América Latina está viviendo condiciones externas más adversas. Primero, porque el alza de tasas por parte de la Fed (Reserva Federal de EE.UU.)ya está desacelerando la economía global y nos parece que se incrementan las probabilidades de un aterrizaje más duro de lo que esperábamos. Estamos pronosticando oficialmente una recesión en EE. UU. en la segunda mitad de 2023, una recesión en Europa desde este cuarto trimestre de 2022, un bajo crecimiento en China, cerca del 3 %. Todas esas condiciones externas son adversas porque van a significar menos demanda por los productos que produce de América Latina y un menor dinamismo de la actividad global.

- ¿El 2023 puede ser el año más complicado que se vivirá luego de la crisis de 2020 causada por la pandemia?

- Sin duda. En este horizonte de corto plazo, 2023 será el año de menor crecimiento desde el 2020. Por supuesto, no prevemos que será una caída tan grande como 2020, que fue histórica y condiciones muy particulares como la pandemia. Pero sí será un año de menor crecimiento que 2021 y 2022, que fueron años de rebote. El 2023 se prevé que sea un año de bajo crecimiento, no solo por las condiciones externas difíciles, sino también por las condiciones internas difíciles en casi todos los países de América Latina.

- En ese contexto, ¿cuáles son los retos más importantes que tendrá Ecuador en 2023?

- Me parece que son dos. Uno es, como para todos los países emergentes, el acceso a financiamiento. Cuando la Fed comienza a subir la tasa de interés para controlar la inflación en EE. UU., restringe la oferta de crédito en el mundo. Creemos que Ecuador está bien posicionado para enfrentar ese reto. Los fundamentos económicos son los mejores que hemos visto quizá en los últimos 10 años y eso le da una base para tener acceso a financiamiento, sobre todo si hay ajustes en los programas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El segundo reto es la competitividad. Al no tener política monetaria independiente, el que la Fed esté subiendo las tasas de interés fortalece al dólar y encarece al país frente a sus pares.

- ¿Qué opciones de financiamiento tiene Ecuador?

- En el corto plazo, para 2022, las necesidades de financiamiento están cubiertas. Para 2023, el panorama mejora luego de la renegociación con China. Yvemos un buen apetito de los organismos multilaterales por continuar apoyando a economías que están reformándose y cumpliendo sus compromisos, como Ecuador. Y en el mercado todo depende qué tan astringente sea la Fed. El mercado cree que no podrá subir aún más la tasa de interés por los temas domésticos y eso haría más fácil la segunda mitad de 2023.

- ¿Cuáles son las proyecciones para la economía ecuatoriana para 2022 y 2023?

- Tenemos un crecimiento de 1,8 %para este año y un 1,5 %para el año que viene.

- ¿Qué posibilidades miran para un nuevo acuerdo entre Ecuador y el FMI?

- Nosotros vemos una buena voluntad de las partes. Un FMI que está más atento a las necesidades de los países emergentes de lo que era hace décadas. Vemos en nuestras pláticas con analistas y funcionarios que ven a Ecuador de una manera muy favorable de mejorar sus fundamentos. En ese sentido, vemos que hay espacio.

- ¿Cuál es su estimado del precio del petróleo para 2023?

- Hemos calculado $81 el barril de WTI para cierre de 2022 y entre $ 71 y 75 para 2023.