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El sector textil y de confecciones es uno de los más afectados por la baja demanda y el contrabando.Archivo EXPRESO

El comercio nacional augura una recesión para este 2020

El sector teme volver a los niveles del 2016. Las ventas globales bajaron un 0,3 % en el 2019. La construcción y la manufactura, las más afectadas.

El sector empresarial cerró el 2019 cuadrando sus cuentas con números en rojo y creyendo que este 2020, difícilmente, será un año de recuperación. Las señales del mercado pronostican una caída mucho más drástica en ventas, de hasta un 7,5 %, casi al mismo nivel de recesión de hace cuatro años.

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El año pasado, la facturación a nivel nacional cayó un 0,3 %, según lo ha estimado la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), basándose en procedimientos estadísticos y síntomas del mercado. Condiciones que, para Juan Carlos Díaz-Granados, director ejecutivo de la CCG, continúan y que les impide creer que los resultados puedan mejorar.

El escenario actual de precios congelados, con una inflación anual cercana al 0 %, con una confianza del consumidor deteriorada y un mercado laboral en retroceso auguran que las ventas no lograrán levantarse. Menos en este 2020, un año preelectoral y en el que, se espera, exista un mayor ajuste fiscal. “Actualmente nuestras estimaciones a diciembre indican que 4 de los 9 sectores más grandes de la economía se encuentran en una etapa recesiva”, siendo la construcción y la manufactura, los de mayor caída, con un 14,4 % y un 4,8 %, respectivamente.

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Ventas por año y sectoresCCG

Una disminución de la obra pública y la desconfianza en el mercado hicieron que el sector de la construcción sumara en septiembre del año pasado su cuarto trimestre de retroceso (-4,9). En el sector de la manufactura, en cambio, la industria textilera y de confección fue una de las más afectadas.

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En el 2018 este sector sumó $ 1.461 millones en ventas, pero el año pasado, se estima, la facturación fue hasta un 12 % menos. “Se trata de la segunda caída que hemos tenido a lo largo de la época dolarizada. La primera fue en el 2016”, recuerda Javier Díaz Crespo, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), quien menciona lo difícil que para su gremio ha sido equilibrar las ventas en un mercado que, además de sufrir por el bajo consumo de los hogares, se sigue enfrentando al comercio informal (maleteo a través de aeropuertos, contrabando, venta ilegal en redes sociales, en las calles).

Ambos coinciden que las bajas ventas tienen un efecto directo sobre el empleo y que, si la tendencia sigue, el escenario podría empeorar. En el sector comercial, la principal actividad económica del país y que representa 45 % de las ventas a nivel nacional, se calcula que en el último año ya se han perdido más de 40.000 puestos de trabajo. “Si las ventas siguen cayendo, las pérdidas en el empleo adecuado serían mayores”, refiere Díaz-Granados.

No obstante, a ello también debe sumársele otras consecuencias, dice el presidente de AITE. Está la pérdida de rentabilidad de las empresas y el freno a las inversiones con un efecto también directo a la economía. “Y este es un círculo vicioso en el que hemos estado metidos en los últimos años”.

Para romperlo se requieren nuevas políticas de reactivación. Una de las más necesarias y urgentes, dicen los empresarios, es modernizar el Código de Trabajo, creando nuevas modalidades de contratos de empleo que faciliten la contratación de gran parte de los 5 millones de ecuatorianos que hoy no tienen un empleo adecuado.

A ello debe sumarse, la eliminación de trabas al comercio, como los excesivos reglamentos técnicos del Servicio Ecuatoriano de Normalización (INEN); eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) y reducir aranceles que encarecen los costos de producción, restan competitividad a las empresas y disminuyen el poder adquisitivo de los ecuatorianos.

Para el sector textil, en cambio, una de las medidas más urgentes es aplicar verdaderas políticas para combatir el contrabando y el comercio ilegal en general. “Sentimos que no hay control en el mercado informal y tampoco en la Aduana para evitar la subfacturación de las importaciones”. Reducir los costos de producción, también es necesario, destaca el presidente de AITE, pero reconoce que eso tomará más tiempo.

  • Facturación. Las ventas declaradas por las empresas ecuatorianas al Servicio de Rentas Internas (SRI) en 2018 alcanzaron $ 151.003 millones. Para el cierre del 2019, se estima que estas fueron un 0,3 % menos.

Actvación comercial 

La Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) estima que las ventas de su sector, la principal actividad económica del país, alcanzaron los $ 73,467 millones en el 2019. En este gremio, los empresarios piden al Gobierno la modernización de las reglas de contratación laboral.