Los comerciantes no están de acuerdo con la propuesta que el sector indígenas ha puesto sobre la mesa del diálogo, respecto al control de precios. La Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) advierte que fijar precios  oficiales a productos básico golpeará la economía. Lo que agravaría los problemas, recalcó el gremio.

El pasado 27 de julio de este año se instaló la mesa para debatir sobre el control de precios. En esta sesión, los movimientos indígenas presentaron una serie de medidas enfocadas en la fijación y control de precios con el fin de precautelar el bienestar colectivo. No obstante, la CCG, en un comunicado difundido este 2 de agosto de 2022, asegura que esto no solucionaría nada. 

Según un análisis de la CCG, la propuesta principal del movimiento indígena es controlar y fijar un precio mínimo a 42 productos básicos. Sin embargo, aclara que fijar un valor genera incentivos no deseables. Por un lado, si el costo establecido es mayor al del mercado se crea un incentivo para la sobreproducción, lo cual abre la puerta al desarrollo del mercado informal en el que se venderá ese excedente.

Por el contrario, si el precio fijado es más bajo que el mercado, entonces los consumidores tendrían la motivación para demandar más productos, generando escasez. En ambos escenarios, se aclara, el productor formal pierde.

Además, para establecer precios mínimos hay reglamentos llenos de sanciones, un océano de multas costosas y burocracia. "Para evitar los problemas mencionados, los precios deben ser fijados por el dinamismo de la oferta y demanda" , explica. 

El gremio recuerda que esta política de precios ya ha frenado el desempeño de varios sectores, pone como ejemplo al sector lácteo. Allí el precio de la leche está controlado desde el 2013, haciendo que su precio mínimo en Ecuador sea de 0,42 de dólares por litro, mientras que, en Colombia y México, donde el precio es libre, cuesta 0,31 de dólares. Situación similar ocurre con el banano, el arroz y el maíz. "La consecuencia de este tipo de medidas es que Ecuador se vuelve un país no competitivo", indica la Cámara. 

Los comerciantes enfatizan que los tratados de libre comercio son la vía del crecimiento. Con ello también se oponen a la propuesta del movimiento indígena que plantea evitar expandir los acuerdos comerciales bajo la premisa de que estos afectan negativamente los precios.

La Cámara defiende que los acuerdos comerciales son una vía al progreso de dos carriles. "Ganamos exportando, vendiendo más; y ganamos importando, reduciendo costos de insumos y bienes de capital", señala.

La propuesta de la CCG es ayudar a los sectores vulnerables a través de la apertura de nuevos mercados, y al mismo tiempo, permitirles ser más productivos y competitivos. Paralelamente, mientras avanzan los procesos comerciales, el Gobierno tiene en su poder mecanismos para destrabar el crecimiento de todos los sectores. Por ejemplo, reducir tributos que distorsionan las inversiones es una vía para compensar en algo la situación. Reducir al máximo el Impuesto a la Salida de Divisas es un ejemplo.