El riesgo de que el fusarium ingrese a Ecuador cada vez es más latente, no solo por las vulnerabilidades que pueden existir en fincas bananeras sino por la cercanía de este. Cuando el hongo se identificó en Colombia, este estaba a 2.000 km. Si se consideran los 100 km por año que viaja el hongo, se esperaba que este llegara en 20 años. No obstante, el nuevo hallazgo en Sullana (Perú), a solo 200 kilómetros de Ecuador, podría hacer que su arribo se concrete en dos años o menos.

La amenaza toma mayor fuerza en este sector productivo, que tiene al sur del país, en la provincia de El Oro, a más de 3.000 pequeños productores bananeros desprotegidos. Es esta la frontera más preocupante,  por su cercanía con Sullana. 

Por ello el sector público y el privado decidieron  reunirse este 10 de mayo en Guayaquil para analizar el tema. “En Colombia se detectó el fusarium en una plantación de altísima tecnología y eso permitió frenarlo. Eso no pasó en Perú, donde se dio en terrenos de pequeños agricultores sin recursos”, dijo Juan José Pons, coordinador del Clúster Bananero, uno de los gremios que participaron en la reunión encabezada por representantes de las Prefecturas del Guayas, El Oro, Los Ríos y Santa Elena, así como autoridades del Ministerio de Agricultura y Agrocalidad.

Patricio Almeida, director de este último ente, señaló que la cercanía del fusarium raza 4 ha obligado ya a acelerar el paso en la toma de medidas de prevención que, hasta el momento, se centran en la desinfección de vehículos en la frontera sur y la obligación de cumplir cuarentenas y adopción de anillos epidemiológicos.

No obstante, otro reto está en cómo blindar las fronteras de cada provincia. En un contexto de crisis sanitaria por coronavirus, se debe ver la forma de optimizar recursos. Jhony Terán, prefecto de Los Ríos, habló de la necesidad de montar arcos de desinfección, un plan que, según se ha calculado, podría demandar hasta dos millones de dólares. “Sin embargo, gran parte de esos puntos son de entrada y salida con provincias, es decir que se pueden compartir y unificar, lo que bajaría los costos”, explicó.

En esto concordó la mayoría. Para más propuestas, dijeron, es necesario también escuchar la voz de la academia y ver lo que han hecho países como Australia, Filipinas y Colombia, donde se ha logrado controlar la enfermedad.

Para Pons, es necesario que la visión y la acción integral arrojen un solo plan de vigencia. “No queremos varios diagnósticos sobre el tema, por ello debemos trabajar unidos”. Otras urgencias son redoblar la difusión y capacitar a los agricultores, pero a la par también se deberá conseguir que estos tengan un mejor acceso a préstamos para aplicar programas de bioseguridad y cambios de sistemas de riego, una de las vías más vulnerables en la transmisión del hongo.

• PARA SABER. 

Sobre el hongo

Es considerada la plaga más devastadora para el banano y el plátano. Su llegada ocasionaría incalculables pérdidas a una de las principales fuentes de ingresos por exportación.

La oferta

Ecuador exporta más de seis millones de toneladas al año. Tres de cada diez bananos consumidos en el mundo son producidos en el país.

El alcance

La enfermedad puede devastar plantaciones enteras, pero no afecta a la salud humana.

¿Cómo identificarlo?

El hongo se identifica si hay rajadura y coloración rojiza en la base del seudotallo, acortamiento entre los entrenudos, acortamiento de la hoja bandera.