Un 53% de los emprendedores latinoamericanos, que antes generaba ventas, tuvo que detener sus actividades en los meses más críticos de la pandemia. El 84% de estos empresarios, en cambio, vio disminuir su flujo de fondos y un 75% reducir su actividad productiva.

Así concluye el Reporte final del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que año a año recopila las cifras de emprendimiento de la región y Ecuador y que, en este 2020, ha incorporado un apartado especial para conocer la situación de este segmento de mercado durante la crisis sanitaria. 

En Ecuador, caracterizado por tener una alta tasa de emprendimiento por necesidad (en el 2019 tuvo una TEA del 36.2%), ese escenario no es tan diferente. Según la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), que en el país se encargó de tomar la opinión de más de 150 dueños de negocios, el  24.67% tuvo que cesar su negocio, indicando como principal razón la pandemia. A esto se suma el 69% que señaló haber sufrido un efecto negativo con la crisis y  el  23% que aseguró haber sido fuertemente afectado, teniendo que soportar aún el riesgo de cierre. 

El 47.89%, en cambio, sostuvo haber logrado una recuperación de su cartera durante el período de marzo-mayo 2020, proporción que disminuyó en un 20% en comparación al mismo período del año 2019. De igual forma, aproximadamente el 30% de las firmas indicaron que, de continuar las mismas restricciones, sobre todo aislamiento y distanciamiento social, podrían sobrevivir hasta 3 meses. 

Ante esta situación, la estrategia más común adoptada por las firmas fue la de aumentar los esfuerzos de marketing (61.1%), mientras que un 57.5% dijo ahora mismo estar ofreciendo nuevos productos o servicios que antes no ofrecían. El 37.2% optó por refinanciar sus deudas bancarias.

A nivel regional, los emprendimientos tecnológicos  fueron los menos impactados  (29% dejó de facturar), en comparación a sus pares en el sector del turismo y entretenimiento (88%).