Pese a que en Ecuador los casos de covid han bajado, algunas personas siguen en modalidad teletrabajo.
Pese a que en Ecuador los casos de covid han bajado, algunas personas siguen en modalidad teletrabajo.Canva

Esto es lo que debe pasar en Ecuador para que el teletrabajo sobreviva en el tiempo

Aunque la cifra de teletrabajadores va en aumento, algunas culturas empresariales se resisten al cambio. Desarrollo, autonomía, diálogo y capacitación, entre las acciones para que el trabajo en remoto subsista.

¿El teletrabajo vino para quedarse? Sí y mejorar en el tiempo. ¿Sobrevivirá? Depende de la cultura de la empresa y de los dueños. Así es como lo estipula, Andrea Gellibert, fundadora de Humanmind y líder de HR Latam en Ecuador, quien manifiesta que el trabajo remoto -en algunas empresas- ya es parte de su cultura, mientras que en otras aún están en proceso de aceptación. 

Y esto se ve reflejado en las cifras del Ministerio de Trabajo, que apuntan a que el país pasó de tener 12.888 empleados registrados en la modalidad de teletrabajo, en 2019 (por la pandemia del coronavirus) a 445.700 al cierre de 2020 y, hasta el 20 de mayo de 2021el número de empleados en Ecuador incrementó en 2,1%; es decir, ha aumentado en 9.444 este 2021; alcanzando una cifra total de 455.144 personas laborando en remoto.

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Es así que la experta en empleabilidad y talento humano indica a EXPRESO que las empresas que aprovechan las ventajas en el teletrabajo pueden llegar a mejorar el bienestar emocional de los colaboradores. De igual manera lo ve Alexis Maldonado Bermudes, economista y jefa de recursos humanos en Labmac.

"Es posible que la cultura se mantenga dependiendo de la influencia que se tenga en los colaboradores y de qué manera la promuevan", comenta. Sin embargo, matiza que los seres humanos "sentimos la necesidad de relacionarnos de manera constante" lo que el trabajo remoto no permitiría.

El teletrabajo se puede mantener siempre y cuando se lo emplee o se lo practique de manera adecuada.Alexis Maldonado Bermudes

Según Maldonado, el problema radica en las extensas jornadas laborales a las que los trabajadores fueron sometidos en la etapa más dura de la pandemia. "Normalmente, en oficina la jornada es de 08:00 a 17:00. En teletrabajo, muchas veces se tienen reuniones en línea pasadas las 20:00. Fuera de eso, el tener reuniones mientras se está en casa fue complicado debido a que se mezclaron con las actividades del hogar, por ejemplo, cuidar a los chicos", menciona la profesional.

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No obstante, señala que la clave principal para un buen manejo de teletrabajo es que el personal labore y sea evaluado en base a un plan de actividades semanales, no a una jornada de trabajo. "Es mucho más practico controlar esto que instalar programas y revisar el tiempo de conectividad de cada persona porque incluso eso no nos asegura nada"; sostiene.

A eso, Gellibert menciona que para que el teletrabajo perdure en el tiempo es importante el desarrollo de un plan de comunicación que pueda llegar a socializar los cambios, sistemas y procesos. Además, enfatiza en amigarse de herramientas colaborativas que faciliten las actividades del día a día de los colaboradores, llevando a tener una cultura humana y digital. 

"Para que el trabajo en remoto sobreviva en el tiempo también tienen que existir líderes en cercanía de su equipo, creando espacios de diálogo, ideas que lleven a familiarizarse con la adaptación a este proceso de cambio y mejoras. Igualmente una capacitación y asesoría para garantizar la adaptación y aprendizaje adecuado en el uso de nuevas herramientas y metodologías", refiere la experta.

Todos estos puntos dependerán primero de identificar la cultura que se tiene, saber a dónde se quiere llegar según el ADN de la organización junto a los líderes que serán de gran influencia en su equipo de trabajo.

Andrea Gellibert / fundadora de Humanmind

TELETRABAJO NO ES SINÓNIMO DE OCIO

Para Gellibert sí es posible romper con el paradigma teletrabajo-ocio, aunque cada cultura es distinta y no puede ser copiada porque tiene su propio estilo de mirar el resultados de sus colaboradores. Las organizaciones que han implementado una cultura digital humana, en el teletrabajo estarán llevando una ventaja de resultados con el tiempo y también de posición de su marca empleadora. Aquellas empresas que se resisten pueden llegar a perjudicar su marca con el tiempo. 

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"Vivimos en un entorno donde lo único constante es el cambio. Hoy ha sido el confinamiento que nos ha impulsado al cambio, mañana puede ser otra situación. ¿Queremos seguir con una mentalidad fija o estar mejor preparados?", cuestiona la entendida.

Asimismo, es posible cambiar este paradigma cuando la visión del empleador cambia en el momento en el que se involucra en las necesidades de cada colaborador dentro de sus hogares. Con esto el colaborador se sentirá identificado y escuchado, apunta Maldonado.

"Esto incrementará su compromiso para la empresa rindiendo de manera efectiva en sus funciones. Además, demostrará la credibilidad del teletrabajo y fomentará la participación de los colaboradores creando un vínculo más estrecho con el empleado, mejorando procesos y aumentando la motivación", añade.

El excesivo control mediante llamadas y medios digitales tan solo puede debilitar la relación con el empleador o jefes, porque se enfoca en controlar más que medir realmente lo que ya es visible.

RENUNCIANDO A UNA CULTURA OBSOLETA

Las entendidas refieren a este diario que la manera de impactar en la cultura 'vieja' de la organización es demostrando el cumplimiento de actividades e incremento de productividad. "Un empleado comprometido y estimulado salarial y emocionalmente, te va a rendir al 1000 % y sea cual sea, el método de trabajo, va a lograr una alta productividad", menciona Maldonado.

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Pero, dice, lamentablemente nos dejamos llevar por el desempeño de otros colaboradores y no premiamos o no reconocemos el buen desempeño que tienen los empleados comprometidos y alineados a esta nueva cultura laboral. "Creo que, como jefes de área, debemos evaluar un poco más la productividad de ellos y permitirles un poco más de flexibilidad para que puedan retornar o no a las instalaciones de la empresa", indica.

La profesional señala que si un empleado en teletrabajo produce un poco más de lo que hace de manera presencial, se puede optar para que realice trabajo en remoto. "Todo es manejable mientras sea productivo y beneficioso para todos y más si la productividad favorece a la compañía", acota.

"La necesidad del cambio viene lamentablemente cuando los clientes dejan de comprar o solicitar un servicio como antes, aquellos son los que tienen el contacto directo con los empleados y ellos son los únicos que también pueden mostrar la necesidad de la empresa de innovar o morir en una cultura obsoleta sin resultados", finaliza Gellibert.