Una jugada menos riesgosa. El frente Unión por la Esperanza (UNES), que aglutina a las organizaciones políticas afines al expresidente Rafael Correa, maneja otro escenario ante la evidente imposibilidad del exmandatario de oficializar personalmente su precandidatura a la Vicepresidencia: una postulación a la Asamblea Nacional.

El listado publicado por el movimiento Centro Democrático, uno de los integrantes de UNES, devela el as bajo la manga. En el caso de que el expresidente no pueda presentarse para la segunda magistratura, liderará la lista para la Asamblea en el distrito de Europa, Asia y Oceanía. Lo reemplazaría Carlos Rabascall como postulante a la Vicepresidencia.

Decidirse por una u otra jugada electoral puede esperar un tiempo más, incluso hasta después del próximo lunes, cuando termina el plazo para que las organizaciones políticas realicen sus elecciones primarias. Medardo Oleas, experto en temas electorales y expresidente del Tribunal Supremo Electoral, explica que en el caso de que los movimientos que aúpan a los correístas proclamen en primarias, con el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), al binomio Arauz-Correa, este puede subsanarse. 

La precisión de Oleas se respalda en el Reglamento de Democracia Interna de las Organizaciones Políticas, en cuyo artículo 11.1, segundo inciso, se contempla la posibilidad de cambios en las precandidaturas en caso de “fallecimiento, renuncia, inhabilidad física o mental de un precandidato, validada por el órgano electoral central”. Estos se regirán de acuerdo con los estatutos o regímenes internos de cada organización.

Pero el camino no es tan expedito. Aparte de la sentencia condenatoria contra Correa que, de llegar a ejecutoriarse, podría anular cualquier aspiración electoral, hay otro recurso como la objeción de la candidatura. El representante legal de una organización política puede objetar la postulación de otra agrupación de manera motiva, es decir que otros partidos y movimientos podrían, en el caso de que prospere la precandidatura del expresidente a cualquier dignidad, objetarla si pueden demostrar alguna inhabilidad.

El correísmo, empecinado en que su líder máximo participe, empezó una serie de jugadas que apuntan a varios frentes. Pierina Correa, hermana del expresidente, se declaró su apoderada y habilitada a firmar la aceptación de su precandidatura a vicepresidente, para así eludir que este venga al país personalmente, so pena de ser apresado (ver subnota).

Mientras que los legisladores Esteban Melo, Eduardo Zambrano y Esther Cuesta presentaron una demanda de inconstitucionalidad al reglamento que obliga a los precandidatos a dignidades nacionales a presentarse personalmente ante el CNE y firmar su aceptación de la precandidatura. Argumentan vulneración de derechos de los migrantes, entre los que está también el expresidente.