La Contraloría tiene puestos sus ojos en cerca de 200 entidades que hicieron contrataciones de insumos, fármacos, elementos de bioseguridad, desinfectantes y otros productos durante la emergencia sanitaria por el avance del coronavirus.

Se iniciaron acciones de control en decenas de hospitales de Salud Pública, IESS, Gobiernos Autónomos Descentralizados provinciales, municipales y parroquiales. Los auditores verifican los procesos de contratación impulsados por la emergencia.

Hay 13 GAD provinciales, 48 municipales y dos GAD parroquiales. Las sospechas también alcanzan las compras de 82 hospitales y casas de salud del ministerio del ramo, 29 del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y uno en el Seguro de la Policía.

Las acciones de control analizan las fases preparatoria, precontractual, contractual y de ejecución de los procesos de contratación pública ejecutados, donaciones recibidas con cargo a la emergencia sanitaria, su uso y destino. Las contrataciones efectuadas por la emergencia incluyen servicios como consultorías en Bolívar y Cañar.

En Cotopaxi el proceso involucró adquirir dos tractores con accesorios para fumigar y desinfectar. En Esmeraldas la contratación, además de consultoría, contempló construcción de alcantarillas, muros de gaviones, puentes y adquisición de insumos, dispositivos médicos, alimentos y otros.

Es que durante la emergencia se suscribieron decenas de contratos para comprar toda clase de implementos. En Guayas se buscó adquirir bienes, servicios, dispositivos e insumos médicos. En Los Ríos, la construcción de puentes y canchas y la adquisición de vehículos livianos y de carga.

En Orellana, las donaciones. En Pichincha Humana se examinan contratos de compra de equipos, insumos, dispositivos médicos, medicinas, bienes y servicios.

Los municipios tuvieron procesos similares, que incluyen consultorías. El Cuerpo de Bomberos de Daule buscó hasta ambulancias. El Municipio de Guayaquil buscaba bienes, suministros, servicios, medicamentos, insumos y dispositivos médicos. En Daule la Empresa de Agua Potable incluyó consultoría y la rehabilitación y repotenciación de la planta potabilizadora de Laurel. En Quevedo, por la emergencia se buscó comprar vehículos livianos y la regeneración urbana de varios sectores de la ciudad.

En Babahoyo se pensó en la construcción de bóvedas. En Jipijapa, en repavimentación y construcción de calles, aceras, adoquinados, bordillos y el mejoramiento de la calzada.

En Pastaza, servicios como procesos de rehabilitación y remodelación arquitectónica, estructural, eléctrica y sanitaria del edificio municipal y plazas y la adquisición de vehículos. La Agencia Metropolitana de Tránsito de Quito buscó la contratación del servicio de arrendamiento de un sistema de administración de matriculación vehicular e infracciones de tránsito.