Sucedió en otros casos y se repite. Han sido escasos los pronunciamientos oficiales con respecto a la situación del ciudadano chino que está asilado, en estado crítico, en el hospital Eugenio Espejo de Quito y que podría ser portador del coronavirus. Eso ha generado incertidumbre y todo tipo de comentarios entre los ciudadanos.

Recién este miércoles 29 de enero de 2020, luego de tres días de reportada esta situación, el Ministerio de Salud anunció que emitirá comunicados periódicos sobre el estado de salud del paciente, que se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, en estado crítico y a la espera de que evolucione favorablemente. Cerrando así cualquier posibilidad de absolver otras inquietudes sobre el tema.

Hasta esta hora, ni la ministra de Salud, Catalina Andramuño, ni ningún otro funcionarios del Gobierno salió a confirmar o descartar que se trate de este virus. “En las próximas horas” la ministra emitirá un comunicado, informó Salud la tarde de ayer.

El único funcionario de alto nivel que se ha referido al tema es el canciller José Valencia, que habló sobre la situación de los ecuatorianos residentes en China, pero no de la situación de la enfermedad en el país.

Este silencio oficial recuerda a otros como el de las primeras horas y días luego del secuestro del equipo periodístico de El Comercio. Cuando la situación empeoró, hubo una reacción oficial que vino acompañada de versiones confusas que solo agudizaron las especulaciones y el dolor de los familiares de los plagiados, que finalmente fueron asesinados.

En las primeras horas de las movilizaciones de octubre también reinó el silencio entre las autoridades gubernamentales. La información extraoficial le ganó la partida al Gobierno.

Consultado sobre este tema, el secretario de Comunicación de la Presidencia, Gabriel Arroba, respondió a EXPRESO que “hay temas en los que el Gobierno ha sido cauto en responder. Tenemos la responsabilidad de informar a la ciudadanía adecuadamente”.