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Las carencias alimentan el caos que sufre Esmeraldas

Habitantes y expertos apuntan a problemas económicos y familiares. Pero también a la falta de sitios de esparcimiento, educación y protección en salud

ESMERALDAS
Actividades. La semana pasada, como consecuencia de amenazas, cientos prefirieron cerrar los negocios.LUIS CHEME

Esmeraldas representa un cúmulo de necesidades que pasan por las carencias económicas, infraestructura deportiva, falta de fuentes de empleo, acceso a salud y otras.

Habitantes de la ciudad que prefieren que se guarde la reserva de sus nombres creen que las autoridades deberían preocuparse por los niños y menores de edad que no tienen acceso a educación, principalmente en zonas consideradas de alto riesgo, como los barrios ubicados en las riberas del río Esmeraldas.

Se suma la falta de empleo y esparcimiento. Afirman que nada de eso hay en Esmeraldas. Es esa carencia, justifican, la que ha llevado a los jóvenes y niños a ser presa de bandas que en los últimos meses han convertido a esa ciudad en un espacio de riesgo.

Édison Valencia, psicólogo clínico, cree que en la situación tiene mucha responsabilidad el tema familiar y los hogares disfuncionales. Además del tema económico y la falta de oportunidades. Cuenta que, por ejemplo, los jóvenes no tienen espacios para recrearse y deben esperar al período escolar para acceder a actividades extracurriculares. Comenta que la situación no es nueva. El proceso viene desde hace muchos años. Durante la pandemia tomó más fuerza.

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¿La razón? Durante el confinamiento muchas de las familias que ya tenían ingresos bajos y medios se quedaron sin ellos. “Esto obligó a que varios de los jóvenes tuvieran que ser soporte y al empezar a ser soporte empezaron a tener contacto con estas situaciones negativas”, indica.

En Esmeraldas existe ausencia de protección del sistema de salud para las familias y los jóvenes, falta de respuestas adecuadas y un proceso de abandono de parte del Gobierno central. Y no solo de ellos. El experto cree que tampoco es que hayan hecho mucho las administraciones de la ciudad. Eso se evidencia en problemas de falta de alcantarillado o provisión de agua potable. La semana pasada, la alcaldesa Lucía Sosa dijo a EXPRESO que están rescatando un proyecto de 2014 para dotar de agua a 44 barrios y han construido canchas deportivas.

En la provincia hay 797 instituciones para 173.344 estudiantes: 87.328 hombres y 86.016 mujeres. Hay una tasa de abandono escolar del 3,81 % hasta el año pasado.

Para el período de 2022-2023, los estudiantes matriculados fueron 130.000, según las cifras. Desde las carteras de Estado, responsables en generar proyectos para contribuir en la formación de los jóvenes, explican las acciones.

Por ejemplo, el Ministerio del Deporte señala que tiene un proyecto denominado ‘Hincha de mi barrio’, que busca fomentar valores a través del deporte y erradicar el consumo de drogas y la violencia.

Existen también iniciativas de Fuerzas Armadas que han llegado con escuelas del deporte, campañas de vacunación y hasta la provisión de agua por medio de tanqueros.

El Ministerio de Salud dice que en la provincia existen un hospital general y cinco distritos de salud que gestionan el trabajo de cuatro hospitales básicos, 101 Centros de Salud (78 tipo A, 6 tipo B y 5 tipo C) y 12 puestos de salud.

Según información de Lady Jaramillo, coordinadora zonal 1 subrogante, entre enero y agosto de 2022 en la provincia se han realizado 896.088 atenciones de consulta externa y 14.768 egresos hospitalarios, con un porcentaje de ocupación de camas del 72%.

Hay 2.470 profesionales de la salud entre médicos, enfermeros, odontólogos, obstetrices, psicólogos, entre otros.

Dice que en 2022 la provincia tiene un presupuesto de $ 6,2 millones, de los cuales 6 son para el componente catastrófico.

La cifra

87,9 millones es la asignación presupuestaria codificada y se ha ejecutado el 72,76 %.

El detalle

Temor. En Esmeraldas hay miedo. Muchos han puesto en venta o en alquiler sus propiedades y han salido de la ciudad por causa de las extorsiones o vacunas.