De los 89 predios que figuraban a nombre de Joaquín Villamar, exesposo de la alcaldesa Cynthia Viteri, en los registros públicos hasta febrero pasado, 78 corresponden a la zona de influencia de la obra del nuevo aeropuerto de Guayaquil, conocida como Daular, en el suroeste.

Esos lotes integran el Complejo Habitacional La Costa, aún en fase de proyecto, junto a la única vía que conduce al lugar donde se levantará una terminal aérea de mayor proporción que la actual, como se reseñó en una investigación publicada por Diario EXPRESO, el 27 de marzo pasado.

Según los registros públicos, el avalúo de esos lotes y otro bien que está situado en el casco comercial de la urbe suman $ 1,8 millones. No se incluyen los valores de diez bienes rurales. Ese es un monto referencial para el pago de impuestos. No obstante, el precio real obedece a la dinámica de la oferta y la demanda del mercado, según urbanistas consultados por este rotativo.

“Un ejemplo, en la vía a la costa, una casa te podía costar $ 140 mil. Ahora, esa misma casa, te puede costar $ 250 mil”, refiere Luis Saltos, arquitecto que se especializa en planificación urbana, a quien le preocupa que actores dedicados a la actividad de bienes raíces se podrían estar beneficiando de datos claves.

“(Como el caso) en que una persona allegada a la institución municipal podía tener acceso o no a información privilegiada”, menciona Saltos.

Carlos Jiménez, también planificador urbano, explica que hay una práctica recurrente de adquisición de “terrenos de engorde”: “Hay personas que esperan que lleguen las obras para revender a precio de mercado. Más allá de quién sea la persona, la especulación ha existido desde antes y se va a seguir dando. Quien tiene la información y quien tiene el terreno al lado de la vía, pues gol de media cancha”.

Diario EXPRESO ha solicitado una entrevista a Joaquín Villamar, pero no ha contestado, al igual que la alcaldesa Cynthia Viteri y varios concejales de la misma tienda política, la alianza Partido Social Cristiano (PSC)-Madera de Guerrero.

De los 78 predios que Villamar adquirió en esa zona, 32 tienen un área de entre 1 mil y 4 mil metros cuadrados, cuyo avalúo global suma $ 895 mil. En este grupo destaca un lote de 3.594 metros cuadrados, con un valor de unos $ 64 mil. Mientras que 45 de los predios tienen un área de entre 500 metros cuadrados y 1 mil metros cuadrados, con un avalúo global de $ 728 mil; y 1 lote de 396 metros cuadrados, avaluado en $ 7.128.

Para combatir posibles especulaciones o distorsiones en el mercado de bienes raíces, Saltos sugiere que se utilicen los mecanismos o medidas que se contemplan en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad) para obtener una parte de ese aumento de plusvalía que experimentan los bienes a causa de una política u obra pública.

“Como aumento de las tasas municipales, de los impuestos (en esas zonas). Así se puede recuperar la plusvalía”, refiere Luis Saltos, urbanista.