Empiezan a darse los primeros pasos del proceso para manejar la refinería de Esmeraldas de manera conjunta con una iniciativa privada. El adjudicatario, según las previsiones gubernamentales, hará las inversiones en el mejoramiento de la planta y la operará junto a Petroecuador por un plazo de 25 años.

La aspiración es firmar el contrato de delegación antes del cambio de Gobierno, que es en mayo próximo. La negociación atraerá inversiones por unos $ 3.000 millones, según lo planificado.

Un equipo consultor externo dará apoyo técnico en el proceso de delegación de la gestión conjunta. Para el efecto, la estatal petrolera inició el pasado 23 de febrero el procedimiento de contratación de esa consultoría, para la cual se ha asignado un presupuesto de $ 528.000.

En un plazo de cuatro meses el equipo de asesores deberá elaborar los documentos técnicos relacionados con procesamiento de crudo, capacidad de diseño de la refinaría y de procesamiento de sus unidades operativas, así como la estimación de costos de operación e inversión.

También será tarea de los consultores dar acompañamiento durante el proceso de la delegación para el mejoramiento y operación de la planta de Esmeraldas.

El proyecto para la refinería busca el mejoramiento de la calidad de combustibles y emisiones, así como la implementación del proceso de alta conversión de los derivados de crudo.

Según el cronograma establecido por el Ministerio de Energía y Recursos No Renovables, entidad que maneja el proceso, el próximo 22 de marzo se adjudicaría la licitación a la compañía que presente la mejor oferta. La firma del contrato sería el 23 de abril, un mes antes del cambio de mando presidencial.

Hasta el pasado enero se había presentado una oferta de interés, la del consorcio conformado por la firma coreana Hyundai Company y las estadounidenses Kellog Brown & Root- KBR Inc, RGFX y Energlobal Group.

EXPRESO preguntó a esa cartera de Estado sobre las empresas interesadas y si se cumplirían los tiempos previstos para cada fase del proceso, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.

Consultado sobre este plan, emprendido en una etapa de transición a una nueva administración del país, el experto petrolero Luis Calero considera que este debe ser visto como un proyecto de Estado y no de Gobierno, y que beneficiará al Ecuador.

“Yo lo veo como un tema de necesidad. Los déficits de calidad y cantidad de combustibles que adolece el Ecuador implican salida de divisas de por lo menos 4.000 millones de dólares por año, para importar derivados”, ilustra el experto.

Calero considera que si se presentara un solo interesado en el proyecto de la refinería, tendría que evaluarse su propuesta. “No por el hecho de ser el único, debe ser automáticamente adjudicatario. Tiene que estudiarse si los términos de su oferta son convenientes para los intereses del país. De lo contrario, tendría que declararse desierto el concurso”, dice.

DETALLES

Autorización

Mediante decreto ejecutivo del 10 de julio de 2020, el presidente Moreno autorizó, con carácter de excepcional, la delegación a la iniciativa privada de la gestión continua de la refinería de Esmeraldas con la empresa pública Petroecuador. Este proceso, señala el Gobierno, no contempla una privatización.

El complejo

La refinería de Esmeraldas tiene una capacidad de procesamiento de 110.000 barriles de petróleo por día. En el régimen de Rafael Correa, la planta se sometió a un proceso de repotenciación que costó más de $ 2.200 millones, con contratos que se manejaron dentro de un esquema de corrupción.

Ofertante

En enero pasado, Guillermo Lagos, director financiero de Energlobal (firma que forma parte del consorcio interesado), indicó que de aprobarse el proyecto, Petroecuador suministrará el crudo, mientras que el contratista se encargará de la refinación. Y que los combustibles serían devueltos para su venta en el país.