Veintiún barras del poderoso explosivo C4, 20 cápsulas fulminantes y 20 cordones detonantes que serían usados, según Inteligencia, para atentados terroristas en Guayas, fueron hallados esta semana circulando por Durán.

Tras intensas labores de investigación, la Policía identificó a dos hombres que estaban moviendo el material bélico en dos automóviles, uno de ellos un Kia Río, y ejecutaron un operativo para detenerlos. Los sospechosos fueron interceptados, la madrugada del pasado martes 15 de noviembre, en el puente de la Unidad Nacional.

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Además de los explosivos, que son de uso exclusivo militar, a los uniformados que inspeccionaron el carro les llamó la atención que Fabricio Guachamín Suárez, el conductor del Kia, era un funcionario de Aduanas Ecuador.

En rueda de prensa, Pablo Ron, director nacional de Vigilancia Aduanera, reconoció que Guachamín llevaba 27 años en la entidad, que realizaba actividades de control en la zona de carga aérea en el distrito de Guayaquil, pero que se trataba de un hecho aislado.

No obstante, EXPRESO investigó el caso y estableció que el funcionario capturado tiene un perfil más alto. De hecho, en documentos de Aduanas Ecuador en poder de este Diario figura como “agente investigador de la Unidad de Vigilancia Aduanera”.

Entre los años 2014 y 2016, Guachamín realizó peritajes a cargamentos incautados en carreteras nacionales; viajaba por el país inspeccionando bodegas y vehículos inmovilizados; se reunía con fiscales locales y sus informes eran usados en investigaciones por contrabando y otros delitos.

Incluso cumplió instrucciones de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional de la Fiscalía General.

La investigación por este episodio apenas comienza, pero lo que dejaría claro es que quienes están introduciendo y moviendo por el país las armas y explosivos que alimentan la violencia, y en algunos casos la minería ilegal, tendrían la capacidad de acceder y contaminar a funcionarios de entidades claves. EXPRESO trató de comunicarse con Guachamín para conocer su versión, pero al cierre de esta edición no se había obtenido respuesta.

Para expertos en seguridad, la fragilidad de los controles por parte de las autoridades en zonas fronterizas y algunos casos de corrupción de funcionarios migratorios y aduaneros, serían parte del andamiaje que facilita el ingreso a Ecuador de fusiles, explosivos y todo tipo de armamento y drogas que terminan en las filas del narco.

Además, que las bandas criminales estarían usando el contrabando para camuflar ese material.

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Andrés Nieto, exsubsecretario de Seguridad de Bogotá y experto en seguridad nacional, recordó que son varios los informes de Naciones Unidas que advierten acerca del riesgo en la frontera entre Colombia y Ecuador, y que el puente de Rumichaca es uno de los principales “focos de ingreso”.

“Armas y explosivos se camuflan en productos que se van a vender en los dos países, o incluso en el mismo contrabando. Entonces es un negocio redondo, no solo ingresan material de contrabando, sino también explosivos en medio de ello”, le dijo Nieto a EXPRESO.

A eso se suma que en Nariño y Putumayo, departamentos colombianos fronterizos, hay presencia de grupos armados organizados (GAO) como las disidencias de las FARC, el ELN y el Clan del Golfo (este último vinculado con el cartel de Sinaloa mexicano), que se están disputando las rentas criminales.

Nieto añade que la ausencia del Estado en esas zonas ha permitido que se generen pasos irregulares o ‘trochas’ que son controladas por estas agrupaciones. “Todos los caminos que no son formales pero que comunican a ambos países, como el de Tufiño, Maldonado y Tulcán, terminan siendo espacios perfectos para esas estructuras delincuenciales”, añadió el experto.

Correos militares reservados

Al mercado negro de armas en las fronteras de Ecuador se habría unido un nuevo ‘jugador’. Se trata del Tren de Aragua, la banda delincuencial venezolana que ya está en Colombia y de la que también hay rastros en Perú y Chile.

Prueba de ello es una incautación en Ipiales, muy cerca de Rumichaca, el pasado viernes 4 de noviembre. La Interpol y grupos especiales de la Policía de Colombia encontraron una subametralladora tipo mini uzi; 39 cartuchos calibre 5,56 y 9 milímetros; un proveedor metálico y dos metros de cordón detonante, pertenecientes a esa banda venezolana.

Seis días después, el 10 de noviembre, la Fiscalía de Perú también informó de un megaoperativo en Lima que terminó con el decomiso de rifles de asalto, pistolas y granadas a una banda asociada al Tren.

El fiscal peruano Jorge Chávez, de la unidad de Criminalidad Organizada, advirtió que la influencia de esa banda venezolana la padecen Perú, Colombia, Chile y Ecuador.

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“La Policía de Perú está en coordinación con estos países a fin de desarticular a esta organización”, manifestó Chávez. A esto se suman correos reservados, a los que tuvo acceso EXPRESO, en los que inteligencia militar ecuatoriana le advierte a Perú sobre la incautación en El Oro, Loja, Carchi y Morona Santiago, de explosivos, armamento y municiones provenientes de ese país, aunque también se decomisó material fabricado en España, Italia y EE. UU.

En los informes secretos, revelados también por Latina TV de Perú, se destacan dos operativos. Uno, del 17 de enero pasado, en Huaquillas (frontera con Perú), donde la Policía encontró 9.500 municiones Sellier & Bellot. Y el otro, del 15 de febrero en Loja, en el que se incautaron 1.300 metros de cordón detonante, 886 tacos de dinamita y 815 fulminantes de marca Famesa, empresa privada peruana.

Este Diario contactó a esa compañía y al Ejército de Ecuador para obtener una respuesta sobre estos correos, pero no han respondido. En los mensajes entre la inteligencia militar ecuatoriana y peruana, se concluye que las actividades de tráfico de armas, municiones y explosivos están relacionadas con el narcotráfico, delincuencia común y organizada, y la minería ilegal.

“Permanentemente (las bandas criminales) emplean nuevos modus operandi, como es el encaletamiento en sus domicilios, casas cercanas a las vías principales, empleo de lugares clandestinos, a fin de evitar ser descubiertos por las autoridades”, se lee en los informes.

EXPRESO habló con el reportero peruano que reveló el informe militar en Latina TV y experto en estos temas Hárold Moreno, quien aseguró que Ecuador es una zona de tránsito de armas. “Una parte se queda porque hay bandas que operan desde las prisiones, minería ilegal, pero estas mafias, que mueven mucho dinero y otros crímenes, transportan todo desde Perú hacia el sur de Colombia”, explicó.