Darío Arturo Chinchay San Lucas, presentado por la Policía Nacional con el alias de Morado y quien habría participado en el atentado de la Calle 8, en el Cristo del Consuelo, fue procesado por el presunto delito de tráfico de armas. Un juez ordenó la prisión preventiva del sospechoso en la cárcel conocida como La Roca, en el noroeste de Guayaquil.

Alias Morado fue detenido durante la investigación de un triple asesinato, en el suburbio de Guayaquil, y por su posible relación con el atentado ocurrido la madrugada del domingo 14 de agosto, con un saldo de cinco fallecidos, más de veinte heridos y casas destrozadas.

En rueda de prensa ofrecida el 17 de agosto por el comandante de la Zona 8 de la Policía, Víctor Zárate, confirmó que en los mensajes de texto hallados en el teléfono del sospechoso había detalles que lo vinculaban con más de un crimen. En un informe preliminar de los resultados de su detención, se detalla que había otros mensajes que lo relacionan con la participación del bombazo y la planificación de otro ataque con similar artefacto explosivo a una instalación policial.

En el domicilio de su aprehensión, los agentes hallaron equipos electrónicos, municiones, un fusil y una pistola Glock calibre 40.

Después de un análisis balístico que se realizó en el Laboratorio de Criminalística de la Zona 8, se conoció que esa última arma ha sido usada en 27 eventos violentos que provocaron la muerte de 23 personas y heridas en otras 13.

“El Laboratorio de Criminalística realiza un análisis balístico de todos los elementos balísticos encontrados en el lugar de los hechos. Estos son ingresados en una base de datos para realizar las comparaciones con los registros del arma y establecer vinculaciones”, informó el teniente coronel Carlos Perugachi, jefe de laboratorio de Criminalística de la Zona 8.

Según el oficial de policía, por los hallazgos balísticos se puede determinar que esa pistola estuvo activa desde septiembre de 2021 hasta unos días del atentado en el Cristo del Consuelo. El arma fue usada en 7 eventos el año pasado y 20 en los últimos ocho meses.

El personal de Criminalística trabaja en conjunto con un grupo de peritos estadounidenses que llegaron al país, el miércoles anterior, con equipos tecnológicos avanzados para la recopilación y análisis de indicios.

En medio del avance de las investigaciones, la Fiscalía emitió un comunicado la noche del jueves pasado para observar que “adelantarse y emitir comentarios sobre una investigación en curso únicamente confunde a la opinión pública sobre el trabajo técnico que realiza la institución”, ante los distintos comentarios emitidos sobre la aprehensión de alias Morado, quien se defendía en libertad en un caso por tentativa de asesinato.

Hasta el cierre de esta edición, estaba pendiente la respuesta del Ministerio del Interior a un pedido de comentarios que hizo Diario EXPRESO sobre el comunicado de prensa del Ministerio Público.

Pedro Jerves, magíster en Derecho Penal de la Universidad de Salamanca, observa que si bien la ciudadanía espera resultados, las instituciones deben manejar con cautela lo que se dice y lo que se hace, en relación con la información de que el sospechoso confesó su participación en el atentado: “La Fiscalía por los principios de objetividad y de debido proceso tiene que investigar los elementos para ver si efectivamente hay o no hay un delito, porque en muchas de las veces se puede constreñir (obligar) a una confesión y eso se hace (ha habido casos)”.

Pablo Encalada, también experto en Derecho Penal, percibe una falta de coordinación entre las instituciones de seguridad y de investigación.

“Se tiene que actuar con prudencia para no entorpecer la investigación que pueda servir de alegatos de vicios de procedimientos, si cabe. Las confesiones se las hace dentro de un proceso judicial. A la Fiscalía le corresponde emitir la información del proceso, de la investigación”, sostiene Encalada, quien explica que esa entidad puede vincular a alias Morado a la investigación del atentado si los nuevos indicios lo sostienen.