La decisión queda en manos del próximo gobierno. Un año más tendrá que esperar el país para empezar a construir una nueva normativa que regule el sistema de salud. El presidente Lenín Moreno vetó ayer en su totalidad el Código Orgánico de la Salud (COS) al que calificó como desactualizado, contradictorio y estructuralmente inaplicable.

A la Asamblea Nacional le tomó ocho años elaborar el documento que fue aprobado a finales de agosto. Al Ejecutivo, en cambio, le bastaron 30 días para encontrar que la normativa, según las autoridades, carece de criterios técnicos y científicos y, a pesar de ser “extremadamente” extensa, omite aspectos como el tratamiento de pandemias.

El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, justificó ayer la decisión gubernamental argumentando que los expertos médicos, científicos y legales a los que acudieron para analizar el proyecto, encontraron más de 400 observaciones de forma y de fondo al documento. También se consultó a actores de la sociedad civil, gremios y empresarios, informó Salud.

“De los tres libros, el primer articulado tiene el 55 % de objeciones; en el segundo libro el 44 % fue observado; y en el tercer libro un 46 %”, agregó Zevallos, quien dijo que no hubo rigor científico ni clínico en el trabajo de los legisladores.

Ante la pregunta de si no había nada que rescatar de la propuesta y corregir los errores puntuales en lugar de objetar todo, el ministro señaló que existen artículos que tienen valor individual, pero que al tratarse de una ley integral, las inconsistencias y contradicciones hacían imposible su implementación.

La aprobación del COS en el Legislativo provocó reacciones divididas en temas como la obligación de brindar atención a las emergencias obstétricas, independientemente de las causas, la reproducción asistida por subrogación de vientre, la eliminación de la objeción de conciencia al personal médico para prescribir métodos anticonceptivos a todas las personas y el uso terapéutico del cannabis.

Los grupos denominados provida y la propia Iglesia se movilizaron y enviaron cartas al mandatario pidiendo el veto de cinco artículos del COS, que consideraban que iban “contra las costumbres y principios del pueblo cristiano”, pero no de toda la normativa.

La secretaria jurídica de la Presidencia, Johana Pesántez, descartó ayer que la decisión tomada por Moreno se deba a las presiones y pedidos de esos grupos. “Estamos en un Estado laico y tal como establece la Constitución, así se debe actuar. Este ha sido un tema técnico y profesional y no tiene que ver con presiones que se pudieron haber presentado”, señaló la funcionaria.

Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente de la Asamblea, César Litardo, escribió en la redes sociales: “Con sorpresa hemos recibido el rechazo del Ejecutivo al COS aprobado por la Asamblea, una ley que garantiza la atención urgente y prioritaria de salud a todos los ecuatorianos. El Pleno cumplió con su trabajo. No podremos tratar nuevamente este tema en un año”.

Litardo se refiere al artículo 138 de la Constitución que ordena que si el presidente de la República objeta totalmente un proyecto de ley, la Asamblea podrá volver a considerarlo después de un año contado a partir de la fecha de la objeción. Es decir, desde el 25 de septiembre de 2021.

Al arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, dijo ayer que recibían con “alegría” el veto total decidido por Moreno. “Las autoridades han sido sensibles al clamor del pueblo”, señaló el sacerdote, quien hizo un llamado a que se sigan cultivando valores entre los jóvenes.

El Gobierno espera que a raíz del veto varios sectores de la sociedad científica y civil empiecen a construir cuanto antes una nueva normativa y no esperar el plazo constitucional para iniciar un debate.

El IESS estaba en peligro, según las autoridades

Otra de las razones que, según el Ejecutivo, llevó al veto total del proyecto de Código Orgánico de la Salud es que la propuesta atentaba contra la independencia del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El ministro Zevallos señaló que la entidad pertenece a los afiliados, pero el proyecto le convertía en un ente público.