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El alto precio que la pandemia cobró en la salud mental

La COVID-19 floreció trastornos mentales. Salud mental sigue recibiendo poca importancia en el país. Neurociencias ayudó durante la pandemia

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Disposición. En salud mental, los tratamientos son manejados por psiquiatras, psicólogos, médicos generales y nutricionistas.Jorge Pérez

A pesar de que la situación pandémica mejoró, todavía hay quienes siguen sin obtener la atención y el apoyo necesario para tratarse su salud mental.

En el país, el aumento en problemas de salud mental coincidió con graves interrupciones que incluían el limitado ingreso de visitas, contacto online entre el paciente y sus visitas, personal obligado al teletrabajo, consultas digitales, énfasis a grupos prioritarios, lo que generó horarios diferenciados de alimentación y actividades recreativas, entre otros cambios que produjeron vacíos para quienes más lo necesitaron.

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A Eddy Sánchez, de 23 años, la COVID-19 no solo le causó la muerte de su padre, sino la depresión, ansiedad y la abstinencia que lo llevó al consumo de heroína. Su primer contacto con el estupefaciente fue en 2020, luego de aceptarla de un vecino tras una discusión con su padre.

Con la pandemia, las cosas se complicaron porque “la droga estaba escasa y tenía que caminar mucho con el toque de queda”. Para abastecer los costos, hacía dinero ayudando a sus compañeros a entender sus clases o haciéndoles la tarea, aunque también arreglaba computadoras. “Cuando uno tiene plata, aumenta la cantidad”, comenta.

Su entorno fue complicado, ya que “amigos no hay”, y el único que consideró cercano fue el vendedor de sustancias que le aconsejó dejar la heroína porque “era la peor” y tenía que considerar a su madre.

El consumo persistió hasta que su madre, su única acompañante en el hogar, notó cambios en su comportamiento y deterioro en su estado físico, por lo que buscaron ayuda. Lo impulsó a tratarse y lo acompañó en sus 6 meses de tratamiento. Eddy tuvo recaídas emocionales y de consumo, por lo que actualmente se mantiene en control ambulatorio, donde muestra mejoría en su salud.

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Para él, el recuerdo más memorable en un centro especializado fue su inserción social porque le permitió retomar sus estudios y ayudar a su madre.

Eddy, quien reconoce nunca haber consumido en el hogar porque su padre le enseñó a respetarlo, tiene el deseo de graduarse y conseguir el dinero suficiente para migrar con su madre a España, donde su hermano los espera.

Plazos.    En neurociencias, el tiempo de tratamiento no es uniforme, depende del paciente y sus objetivos. Por costos y afiliaciones, suelen durar 6 meses.

Uno de los centros especializados en salud mental es la Clínica de Neurociencias Virgen de Fátima, ubicada en la av. Domingo Comín y Francisco Segura, junto a la parada de Metrovía del barrio Cuba. En esta, el Dr. Álvaro Lucero explica que, si bien “la salud mental siempre ha sido un campo de la medicina un poco olvidado”, a raíz de la pandemia, “nos hemos dado cuenta de que la salud mental es un factor importante en las personas”.

El especializado en Neuropsicología Clínica reconoce que durante estos últimos 2 años se encontró con pacientes ingresados por emergencia que no sabían que tenían antecedentes y otros que examinaban su salud mental por primera vez. “La salud mental es igual de importante que otras enfermedades, ya que, como todas las demás, puede ser progresiva o degenerativa (…) las clínicas encargadas del cuidado de la salud mental se encargan de enlentecer dicho deterioro”, comenta.

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Con el inicio de la pandemia, ante la escasa información sobre la COVID y la falta de planes de contingencia, el centro se vio obligado a cerrar por dos meses. Al reabrirse, trabajaron con atención ambulatoria hasta que, en 2021, con el plan de vacunación, retomaron la atención hospitalaria. Desde entonces atienden a un promedio de 8 personas al día y continúan brindando atención integral permanente y hospitalaria de hasta 50 pacientes.

La COVID-19 demostró la necesidad de tener sistemas sólidos dedicados a la salud mental. Gracias al trabajo en las áreas de la neurociencia, muchos encontraron solución a sus problemas de salud mental y retomaron sus actividades sin dificultad.

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Disposición. En salud mental, los tratamientos son manejados por psiquiatras, psicólogos, médicos generales y nutricionistas.

EL ROL DEL HOGAR

¿apoyo u obstáculo?

 Los familiares, al ser esenciales en la recuperación, deben participar en las sesiones y asegurar el orden en el hogar. Cuando el entorno familiar es conflictivo, la rehabilitación se corrompe y el paciente podría sufrir de estrés, depresión, agotamiento físico y mental, y requerir asistencia médica más desafiante. Lamentablemente, con la pandemia se presentaron más casos de violencia doméstica.