Por un tiempo, el trabajo de las mujeres en la ciencia quedaba relegado.
Por un tiempo, el trabajo de las mujeres en la ciencia quedaba relegado.CANVA

#11F: Las niñas y mujeres también pueden ser científicas

“Efecto Matilda” es el fenómeno en el que los méritos de las mujeres se silenciaron o se visibilizaron tras el rostro de un hombre

El hecho de que los méritos de las mujeres se hayan silenciado o visibilizado tras el rostro de un hombre, un fenómeno social conocido como “efecto Matilda”, no solo perjudica a las científicas, sino que tiene un efecto perverso sobre las niñas que crecen sin referentes femeninos en los libros de texto, de historia o en los medios de comunicación. Y eso tiene consecuencias devastadoras.

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En 1870, la activista Matilda Joslyn Gage denunció las dificultades de las científicas para ver reconocido su trabajo. La mayoría no solo firmaba sus descubrimientos con el nombre de un compañero de laboratorio, muchas veían además cómo sus méritos eran merecedores de un Premio Nobel que siempre recaían en hombres.

Un dato: solo el 3 % de los Nobel de ciencias han sido otorgados a mujeres.

#11F por la visibilidad de científicas

Según un estudio publicado en Science en 2018, hasta los 6 años las niñas se ven iguales que los niños, pero a partir de esa edad se consideran menos brillantes que ellos; su inseguridad crece en la adolescencia y cuando llegan a la Universidad la falta de autoconfianza ya es total.

Recientemente, la revista ‘Time’ escogió a la inventora de 15 años Gitanjali Rao como “Niña del Año”. Cuando la entrevistaron dijo que no era “el típico científico” porque cuando uno de ellos sale en televisión, “normalmente es un hombre, mayor y blanco“.

En marzo de 2013, un estudio publicado en Nature denunció que cuando los libros de texto hablan de científicas pioneras, las muestran como raras, sin vida personal y poco agraciadas.

  • Poca presencia en carreras STEM

Estos estereotipos tienen reflejo en las aulas: solo el 35 % del estudiantado matriculado en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en educación superior son mujeres, según la Unesco.

En España, las mujeres matriculadas en carreras científicas en la Universidad son el 49 %, pero la mayoría están inscritas en áreas relacionadas con la salud y los cuidados -como la medicina- frente a grados más técnicos como Ingeniería (28 %) o Informática (12 %), según datos del Ministerio de Educación.

La presencia de mujeres en áreas STEM aún es más escasa en Formación Profesional, con tan solo un 9 % de mujeres en Mecánica y el 4 % en Electrónica.

Estas diferencias de género son aún más graves si tenemos en cuenta que los empleos STEM se consideran los empleos del futuro, los que liderarán la innovación, el bienestar social, el desarrollo sostenible y estarán mejor remunerados.

Acabar con esta discriminación no es solo cuestión de justicia social, sino también económica. Según la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, la pérdida de talento provocada por la brecha de género en España se traduce en una pérdida de en torno al 15 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Para revertir esta situación, en 2015 la ONU proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada dedicada a promover la igualdad, fomentar las vocaciones científicas y dar visibilidad a las mujeres en la ciencia.

Este año, una de las iniciativas más celebradas ha sido la de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), cuya campaña, #NoMoreMatildas, reclama la vuelta de las científicas a los libros de texto, donde solo uno de cada ocho personajes citados es mujer.

Una iniciativa más veterana es la #11F, que nació en 2016 y que, debido a la pandemia, este año extenderá su programación a todo el mes de febrero, con más de 1.100 actividades para 32.000 estudiantes de 345 centros educativos que se pueden consultar en www.11defebrero.org o seguir en las redes sociales con los hashgtags #actividades11F y #actividad11F.

La iniciativa, que cada año tiene mejor acogida entre los centros escolares, está muy dirigida a informar a los niños y niñas, especialmente a los estudiantes de Secundaria y los de Bachillerato, pero además facilita todo tipo de contenidos y materiales para que los centros puedan fomentar las vocaciones durante todo el año, no solo en esta fecha

Ana Bravo, biotecnóloga y parte de la organización de 11F
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Junto a estas iniciativas, prácticamente todas las universidades y centros de investigación de España tienen preparada una batería de actividades para impulsar las vocaciones STEM.

Este año, la jornada es especialmente importante para las científicas que debido a la pandemia se han visto obligadas a dedicar más tiempo al hogar, lo que ha supuesto una disminución o parada de su actividad investigadora. Queda mucho por hacer.