Los vecinos de José de Antepara y Manuel Galecio, centro de Guayaquil, tienen 34 años realizando la fiesta del Divino Niño y luego la comida y baile por el carnaval.

La tradición la empezó Ana Cisneros y cuando ella falleció la posta la tomó su hija Patricia Sánchez, quien organizó el evento hasta su último día de su vida. Ahora quien está al frente de la fiesta es Ivón Moreira, quien representa a la tercera generación que toma la responsabilidad de organizar la celebración.

A la fiesta asisten unos 150 vecinos. Para reunir el dinero suelen hacer bingos, además de que se nombran padrinos que hacen donaciones.

La fiesta se efectuó ayer domingo 23 de febrero y para ello compraron dos sacos de papas y 90 libras de cerdo. La comida que compartieron fue hornado con papa, mote y ensalada. Adicional a ello se vendió chuzo, y con ese dinero se pagó a la banda.

La celebración empezó a las 10:00 con una misa y procesión en honor del Divino Niño. Una madrina es la que se encarga de confeccionar los trajes de la imagen; este año fueron 25, y se arma una mesa donde se los exhibe.

Se organizó todo para que la fiesta se extendiera hasta las 20:00. Después del evento religioso, cada quien se va a su casa a cambiarse de ropa, pues en la fiesta se juega carnaval con agua, espuma y anilina.

Al mediodía cerca de 50 personas ya habían llegado y bailaban con los acordes de la banda María Auxiliadora. A esta hora se empezó a brindar la chicha de jora, elaborada con maíz, que fue la bebida favorita de la nobleza inca y ahora de las fiestas de carnaval.