La leche de la camella sería mucho más beneficiosa que la de las propias vacas. Estos animales no solo han servido como medio de transporte en terrenos casi mortales como los extensos desierto, sino que también han sido fuente de alimento medicinal en muchas regiones. ¿Qué les da la ventaja ahora? Los aportes nutricionales de su leche.

¿Pero en qué se diferencia de la de vaca? La de la camella, tiene menor contenido en grasa y mayor porcentaje de sales totales, calcio libre y vitamina C, además de minerales como el hierro.

Estas características han motivado diversos estudios, entre ellos, uno encabezado por la Universidad de Mouloud Mammeri (Algeria) junto con la Universidad de Bretaña Occidental (Francia), mediante el que han demostrado que la leche de camella tiene un gran valor probiótico. Esto significa que que presenta una gran cantidad de microorganismos vivos que son beneficiosos para la salud.

Además, se está probando como complemento nutricional y como ayuda al tratamiento de enfermedad como la diabetes.

En Kazajistán, en la Universidad Tecnológica de Almaty, se creó una bebida a base de leche de camella dirigida a sectores en posible riesgo como adultos mayores, niños y personas con afecciones en su salud.

Con la necesidad principal de brindarle a este grupo una dieta más completa, la leche de camella consiste en un complemento de alimentación ideal. Los autores de los estudios afirman que el procesamiento de la leche de camella mejora sus propiedades nutricionales y aumenta la digestibilidad.