Hablar sobre femenismos, como se resalta en el libro Las mujeres que luchan se encuentran de la escritora colombiana Catalina Ruiz-Navarro (@catalinapordios), "es necesario, es importante, es la resistencia", una que se vive desde diferentes trincheras, siendo una el arte.

Inspiradas por una idea similar —la de "mantenerse de pie" en una sociedad que no otorga suficiente protagonismo a las mujeres— la guayaquileña Anllel Tanús y la quiteña María Emilia Vera decidieron crear lo que describen como un espacio de canalización artística y expresión feminista.

'Resistencia' es justamente el nombre de este proyecto multidisciplinario que materializa su intención de mostrar, en palabras de María Emilia Vera, de 22 años, lo poderosa que es la unión de las mujeres, de sus ideas y sus obras.

Bajo el lema “la lucha es afectiva” —que destaca la importancia de la sororidad— lo hicieron en un encuentro pactado para un día que solo llega cada cuatro años, el 29 de febrero, durante su primera exposición, en un estudio ubicado en el norte de la ciudad.

El montaje dio cuenta del trabajo logístico, así como de investigación y creatividad, de las más de 30 personas —entre artistas y gestoras— que se movilizaron durante un mes y medio para llevar adelante esta puesta en escena que integró disciplinas como las artes visuales, la fotografía, la ilustración, el performance, la poesía, la música y el tarot terapéutico, y que buscó generar una reflexión, entre otros temas, sobre la violencia machista.

La tarde del viernes, cuando se encontraban ultimando detalles para la instalación, Tanús y Vera —quienes estudian Ciencias Sociales y Producción Cultural y Gestión de Medios en Argentina, respectivamente— contaron a EXPRESO cuáles fueron las experiencias que las motivaron a desarrollar un evento en el que el arte estuvo al servicio de la causa feminista y que planean replicar el próximo año.  

La idea empezó en Buenos Aires, cuando ambas planeaban sus vacaciones en Guayaquil. “Sabíamos que queríamos hacer un encuentro cultural, que queríamos hablar de ciertos temas; pero hubo un par de eventos en Argentina, en cuanto al movimiento feminista, que nos marcaron bastante”, comentó Vera.

“Nos hicieron ampliar la perspectiva en cuanto a lo que implica un espacio de encuentro entre personas; es decir, está el disfrute, el venir a apreciar una obra de arte, pero también hay otros temas importantes de los que hablar (...) Queríamos venir como con mucha fuerza, con un evento que sea solo de eso, con datos”, agregó.   

Tanús, de 19 años, otra de las gestoras del proyecto —coproducido por Sinestesia, un colectivo artístico integrado por Alice Andrade, Melissa Moreira y Doménica Cepeda— coincidió con su compañera al decir que buscaban crear un espacio para compartir y disfrutar, pero también uno para dialogar.

Querían abordar “todas estas cuestiones que nos atravesaron viviendo allá, que fue netamente la lucha feminista y toda la seguridad que nos aportaba y todas las respuestas que nos empezó a aportar. Comprender la lucha, que es afectiva, y empezar desde ahí, desde la sororidad”. 

Y es que para Tanús, quien además participó como poeta y fotógrafa en la muestra, las mujeres en Ecuador están permanente en resistencia: al sistema patriarcal, a una realidad en la que “nos matan, en la que nos violan, en la que caminar en la calle es valentía, mas no libertad”, unas problemáticas que se abordaron ampliamente en la exposición.

“Si realmente puedes empatizar con lo que está pasando,  son razones obvias por las que estamos luchando; yo creo que una vez que nos sacamos el chip, que nos ponemos este lente, no es que somos otra persona solo vemos bien”, señaló Tanús, quien cree que el arte es una herramienta clave para alcanzar los cambios sociales a los que apunta el feminismo.