¿Se siente fatigado? ¿No logra dormir bien? ¿Considera que piensa más de lo normal? ¡Cuidado! podría tener 'sobrepeso' mental. Un problema que afecta cada vez a más personas, y que surge por la acumulación de pensamientos negativos, obsesivos o recurrentes.

Los síntomas son similares a los de una persona que padece sobrepeso, como una pérdida considerable de la energía vital, tensiones musculares, dificultades para respirar, aumento en la sudoración...

Entre otras acciones que favorecen a experimentar estados de calma, está realizar una caminata por las mañanas, acentuar el hábito de la lectura, y cultivar la espiritualidad, cualquiera que sea su creencia o religión.

EXPRESO le comparte cinco pasos a tener cuenta para evitar este problema.

• Ambiente. Cree sus propios disparadores positivos. Identifique las canciones, personas, imágenes o situaciones que le produzcan sentimientos de felicidad y tranquilidad.
• Selección. Así como creó un ambiente ideal, evite factores negativos como canciones, programas de TV, ciertas personas o imágenes que le conecten con pensamientos negativos.
• Evaluación. Tome conciencia de sus pensamientos y procure modificar los negativos. Si le cuesta hacerlo mentalmente, cambie la actividad que está realizando por otra.
• Compromiso. Si actualmente tiene algo que solucionar, enfoque sus pensamientos en buscar la solución, no divague en las causas o el porqué del problema.
• Hábitos. Incorpore prácticas que le permitan vivir en el “aquí y ahora”, como por ejemplo el yoga, la meditación, mindfulness (una técnica de relajación).

El hogar es el punto de partida para combatir esta problemática. Así lo considera la orientadora Teresa Saldarriaga, quien sugiere que los padres deben crear en sus hijos una cultura en la que lo importante no sea solo ver dibujos animados o videojuegos.

“Es aprender a canalizar la capacidad de discernimiento, que hace el filtro que toda la información que llega a la mente sea decodificada, asimilada, interpretada y seleccionada”, argumenta.

Asimismo, recomienda alimentar la mente con hábitos de motivación personal, manejo de tiempos, emprender cosas positivas, compartir más en familia y desconectarse del celular en determinados momentos.

Una de las conclusiones a la que llegó Stephen Fleming, profesor del University College London (Inglaterra), sobre este tema, fue que pensar es bueno, pero “no en exceso y menos si lo que hacemos es caer en bucles sin sentido”.